
Un hombre de 63 años fue detenido ayer por la mañana tras una sigilosa vigilancia encubierta. Sobre las espaldas del sospechoso pesa una grave denuncia: haber incendiado y reducido a cenizas tanto la vivienda como el automóvil de su expareja, una mujer de 56 años.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, todo comenzó el último domingo en una chacra de Picada Molino, a la altura del kilómetro 34 de la ruta provincial 13, donde el sospechoso se presentó y, con un arma de fuego, amenazó de muerte a la mujer.
No conforme con aquello, el acusado procedió a rociar con algún tipo de combustible tanto la casa de la víctima como el automóvil de la misma, un Renault Megane que se encontraba estacionado en el patio delantero. Todo quedó reducido a cenizas de inmediato, tras lo cual el hombre escapó hasta perderse en los caminos de la zona.
Hecha la denuncia, tomaron intervención en la pesquisa la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional VIII de la Policía provincial, con asiento en San Vicente, quienes iniciaron una sigilosa vigilancia a pocas cuadras de la escena del hecho, cerca de la casa de la hija del presunto incendiario.
Esa labor finalmente dio resultados positivos ayer por la mañana, una vez que el acusado salió caminando por la zona. Enseguida fue reducido y esposado por los uniformados, quienes iniciaron así un sumario calificado en principio como “amenazas agravadas por el uso de arma, desobediencia judicial, incendio y tenencia de arma de fuego de uso civil en concurso real”.
El acusado terminó alojado en la comisaría Segunda de San Vicente, a la espera de ser llamado para indagatoria por el magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3 de la misma localidad, quien lleva adelante la causa.