La provisión del vital líquido en esta localidad no está pasando por el mejor momento. Es que, con este invierno tan seco, el cauce de donde extraen el agua para proveer a la población, que es el arroyo Tabay, sigue bajando cada día que pasa sin llover y, según indicó a PRIMERA EDICIÓN Ernesto Faccendini, gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Jardín América Limitada, “nos queda para 20 días de agua”.
En una conversación entablada el martes, Faccendini explicó que “la semana pasada cayeron 45 milímetros en la alta cuenca del arroyo Tabay y mejoró un poco el caudal. Eso nos da una tregua de unos 20 días de agua, pero si no llueve, se nos va a volver a complicar”, advirtió.
Pese a ello, aún no se declaró la emergencia hídrica en Jardín, medida que por ahora está “en carpeta”. Entretanto, “estamos haciendo campañas de concientización a la población, para que se use el agua sólo para lo necesario. Pero si llega a complicarse la situación, vamos a declarar la emergencia hídrica y vamos a prohibir conexiones nuevas, lavaderos de autos, lavado de veredas, construcciones nuevas… Se tiene en carpeta para cualquier momento, pero mientras siga pasando el agua sobre la presa, estamos provistos”.
Otra de las consideraciones en estudio es “castigar con el precio el consumo excedente, eso lo hicimos en 2009 con la gran sequía y el Concejo tiene decidido volver a aplicarlo si no tenemos una lluvia buena para estos días”, anticipó.
Esperando las obras
Faccendini remarcó que la solución de fondo a este problema sería la terminación de la nueva toma de agua directamente sobre el río Paraná, obra que se inició en 2014 pero quedó paralizada en 2016.
“Tenemos previsto un acueducto que se comenzó a tramitar en 2009, con la sequía de ese año; la obra se inició en 2014 y después se paralizó en 2016, con todo ese paquete de obras que se frenaron. Es primordial para Jardín América que se reactive, no podemos estar así todos los años, pendientes de si tenemos agua para un mes o una semana”, planteó.
El dirigente cooperativo explicó que “esta obra depende de la Nación y de la Provincia. Nosotros enviamos notas, reclamos e incluso el Concejo Deliberante hizo un pedido de informes a la Provincia por la paralización de la obra, y el IMAS (Instituto Misionero de Agua y Saneamiento) nos dice que firmaron un nuevo convenio con la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación, pero hace mucho que nos vienen diciendo eso y no sabemos cuándo se va a reactivar”, protestó.
Con respecto a la cantidad de dinero necesario para terminar el proyecto, Faccendini apuntó que “con la nueva determinación de precios, serían unos 119 millones de pesos, para una estación de toma del río Paraná y los nueve kilómetros de caños de 500 milímetros que faltan hasta la planta potabilizadora”.