Muchas veces no nos damos cuenta que tenemos superpoderes y por eso no los usamos a nuestro favor. Te estarás preguntando: “¿Cuáles son?”.
El poder del Pensamiento
Cada pensamiento tiene una energía y una vibración, cuando tus pensamientos son elevados tu energía Chi aumenta y cuando tu energía aumenta te sientes en dicha, paz y amor. Estás ¡plena!
¿Cuál es un pensamiento elevado? Por ejemplo ¡Alabanza al amor por este momento en su perfección! o ¡Gracias al amor por mi experiencia humana en su perfección! o ¡Amor me crea en mi perfección!
Los pensamientos que vibran alto están relacionados con el amor, la gratitud, la apreciación y la unidad.
Los pensamientos de baja vibración son las malas palabras, las quejas, las críticas y los juicios que tienes contigo misma, con los demás, o el mundo.
El poder de la Palabra, del Verbo
Cada palabra vibra y tiene energía. Esa energía estará en el poder de tu intensión, cómo la usas. Cuando hablamos ¿Desde dónde hablamos? Toma conciencia y obsérvate. ¿Hablas para que te aprueben?, ¿para agradar?, ¿para complacer?, ¿para seducir?, ¿para recibir aprobación?
O hablas para crear tu realidad, para inspirar, dar amor, educar, ¡compartir! Para comunicar lo hermosa y maravillosa que es la vida.
El poder de la Acción
Cuando llevas tu poder a la acción, ¿desde dónde lo haces?
¿Desde el deber ser o desde el ser? Ese movimiento ¿de dónde está saliendo? Por ejemplo, cuando sale de mis pensamientos y palabras más elevadas y están en coherencia con mi energía divina, con el poder de mi intensión, esas acciones crean realidades de felicidad, amor, abundancia.
Crean realidades donde las personas que comparten mis acciones se sienten inspiradas, nutridas, felices y sienten el amor.
Cuando mis acciones salen con doble intensión o más, para manipular o complacer, para lograr algo que quiero, o no son reales, creo realidades que son confusas, densas y que me generan sufrimiento.
Entonces volvamos a los superpoderes que tienes desde que naciste. Todos los tenemos. Se los conoce también como Santísima Trinidad o Pensamiento-Palabra y Obra (acción). Estos superpoderes vinieron junto con el libre albedrío. Quiere decir que cada uno es libre de usarlos.
Si observas te darás cuenta de que cada ser está creando su realidad. Y si te diste cuenta, ahora puedes volver a elegir dónde pondrás tu atención-energía. ¿Desde dónde quieres crearla? ¿Desde tu responsabilidad y conciencia con tus superpoderes o de tu programación?
Muchas veces escucho personas que hablan desde su programa, repiten como un disco lo que le enseñaron. Te invito a que observes eso: cuando piensas, cuando hablas escúchate y no digas nada que no quieras ver convertido en tu realidad y menos hagas nada que vaya contra ti misma.
Así estás usando tus superpoderes a tu favor y del mundo entero porque cuando estás en sintonía con el amor-Dios, todo es posible.
Colabora
Sandra De Marchi
Asesora de Feng-Shui
Facilitadora del Sistema Isha.
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