
Este tipo de conductas son más frecuentes en niños de entre 2 y 4 años, quienes se encuentran en una etapa de crecimiento aún con características egocéntricas y donde el “no podés” es una limitación que les cuesta aceptar. Es importante que, en esta etapa, los padres puedan controlar estas situaciones y, sobre todo, mantener límites y normas fijas que se mantengan estables a lo largo del tiempo de forma que el niño sepa que determinadas conductas no están permitidas, independientemente del lugar en el que se encuentren y de la persona con la que esté acompañado. Es por eso que la firmeza y la paciencia de los padres es la clave para el éxito en esta etapa, como también es fundamental que si un adulto externo quiere intervenir para defender al niño en esta situación, los padres puedan ponerle límites también a este adulto.
Para poder manejar la conducta del niño, primero es importante ser consciente de que no se trata tan solo de un hijo caprichoso, sino de una característica propia de la edad que, según como sea manejada, puede perpetuarse en el tiempo porque si el niño al tirarse al piso logra lo que quiere, va a tomar esta conducta como herramienta válida para lograr lo que desea.

Ante situaciones de enojo se debe tratar de retirar al niño del lugar y buscar calmarlo, no es el momento para dar explicaciones, pero el “no” debe mantenerse y, una vez que está calmado, si se puede explicar de forma sencilla el porqué de ese “no” en determinada circunstancia.
Por otro lado, si identificamos cuáles son las situaciones que provocan estos berrinches es importante advertirle al niño lo que va a ocurrir. Por ejemplo, si ir al supermercado genera que quiera comprar una golosina, antes de ir es conveniente explicarle que no se comprará nada por diferentes motivos, de forma de anticiparlo.
No hay recetas, cada niño es particular y desarrolla su carácter de manera diferente, sin embargo, se puede obtener mayor éxito estableciendo normas claras, que se mantengan a lo largo del tiempo y que sean sostenidas por todos los adultos que rodean al niño.