Un total de 16 efectivos del Servicio Penitenciario Federal (SPF) fueron procesados sin prisión preventiva por un operativo en el que resultaron con lesiones leves varios internos de la cárcel federal de Candelaria, a principios de 2015.
Cinco de los uniformados permanecen imputados por el delito de “apremios ilegales a presos y lesiones leves”, mientras que los otros once están acusados formalmente por “encubrimiento”. Además, sobre los primeros se trabó un embargo de 50 mil pesos, mientras que para el segundo grupo, la “sanción económica” fue de 30 mil.
Los penitenciarios están acusados por un episodio que comenzó el martes 13 de enero de 2015 en la Unidad Penal Federal 17, cuando al menos 33 internos iniciaron una huelga pacífica en reclamo de que se les brinde una mejor asistencia médica, alimentación, asignación de trabajo para toda la población, entrega de elementos de higiene personal, de fajina general y por la demora de los juzgados en la tramitación de sus causas penales particulares”, al decir del expediente.
Según la investigación, la medida de los presos consistía en “no reintegrarse a los pabellones, acampando en el cuadrilátero central que divide los pabellones de procesados y de condenados, aunque no dejaban de asistir a sus trabajos; remarcando los mismos que se trataba de una medida pasiva y tranquila”.
Sin embargo, la tensión se apoderó del penal alrededor de las 3 del domingo 18 de enero de 2015, cuando “unos treinta penitenciarios vestidos con cascos, chalecos antibalas, escudos, cachiporras y escopetas ingresaron al circuito cerrado cortando la luz del sector, disparando unos quince tiros al aire y arrojando gas lacrimógeno, reduciéndolos mientras dormían y no pudiendo resistirse a los golpes de puño, patadas, cachiporrazos, siendo algunos amarrados con precintos en sus muñecas y arrastrados por el piso”, al decir de la denuncia realizada por los propios internos.
Para la jueza federal de Posadas, María Verónica Skanata, al menos hasta el momento los elementos en contra de los penitenciarios son más que suficientes.