El dramático episodio fue denunciado ayer ante la Comisaría de la Mujer de Fátima, por un hombre de 66 años que solicitó la intervención de los efectivos de la Unidad Regional X, ya que en su casa (calles Eleodoro Ojeda y Ramón Díaz) del barrio Villalonga en Garupá se hallaba su nieta con heridas de maltrato y sometimiento.
El hombre no dudó y apuntó a su nuera como responsable de las lesiones, según se desprendieron detalles primero de la voz de la menor y de testigos que habría afirmado que el maltrato era constante y comprendía castigos de este tipo, “para que dejase de llorar”, según confiaron a PRIMERA EDICIÓN fuentes directas a los primeros pasos de la investigación.
La niña antes de las 9 de ayer cruzó la calle lentamente, se escapaba de la golpiza, fue a buscar cobijo de sus abuelos quienes al verla con paso irregular, rengueando y con un buzo puesto que le cubría hasta los tobillos, la abrazaron y revisaron.
Al notar las lesiones, decidieron recurrir a la policía, pero primero fueron hasta el barrio Santa Helena, también de Garupá, a notificarle a la madre de la presunta agresora lo que había sucedido, y que también alcanzaba al presunto estado de desnutrición de la hermana de 1 año de la víctima de los cintarazos.
La abuela materna no dudó y acompañó con su consentimiento la presentación policial para que las pequeñas recibieran la asistencia necesaria y que la sospechosa fuera aprehendida y puesta a disposición de la Justicia.
La respuesta del magistrado fue inmediata tras la comunicación que la menor habría sufrido golpes, literales azotes en la espalda y piernas de parte de su irascible madre.
Los primeros estudios confirmaron que la víctima necesitará treinta días de cuidados y curaciones, como también un tratamiento integral para recuperar peso. Algo similar se solicitó para la criatura de un año.
El magistrado de turno dispuso también que las menores queden bajo guarda y tutela temporaria de sus abuelos, mientras interviene el defensor de menores en las acciones legales respectivas.