Durante años había sometido a maltratos a su esposa, pero la situación llegó al cansancio cuando otra vez la obligó a mantener relaciones sexuales por la fuerza. La denuncia motivó una causa penal contra un jornalero de 41 años, que ahora deberá pasar siete años preso por el delito de violación contra su propia mujer.
La víctima conoció a Javier Osvaldo cuando tenía trece años y él también era muy joven. Desde entonces comenzaron un noviazgo. A los 15 ella tuvo una niña fruto de esa relación y al año siguiente un varón. Durante 22 años compartieron una vivienda en un barrio en las afueras de Concepción de la Sierra. En todos esos años sus hijos fueron testigos de la violencia física y verbal a la que era sometida la madre. Pero todo llegó a su fin el 2 de mayo de 2016.
Alrededor de las 2 de ese día, la mujer se encontraba durmiendo cuando su marido se acostó en el lecho matrimonial. Le dijo que quería mantener relaciones sexuales, pero la mujer se negó. El hombre rechazó el “no” como respuesta y la desvistió a la fuerza.
Forcejearon hasta que ambos cayeron de la cama. El concubino la levantó y la tiró sobre las sábanas, donde le apretó la boca con las manos y la golpeó en la nariz hasta hacerla sangrar. La amenazó para que no pidiera ayuda. Abusó de ella dos veces y se retiró de la habitación.
La mujer, cansada de la violencia doméstica, se dirigió a la comisaría a radicar una denuncia contra su marido. Fue atendida en el hospital de Apóstoles, donde un médico policial constató lesiones en el rostro, labios y tomó muestras biológicas. El caso llegó al Juzgado de Instrucción 4, donde el magistrado Miguel Ángel Faría ordenó la inmediata detención del agresor.
Ya con la causa en proceso fueron citados a declarar los hijos de la pareja, quienes confirmaron que la madre era obligada a mantener relaciones sexuales y era maltratada. También fue citada la vecina y nuera de la víctima, quien relató que la mujer se acercó a su vivienda a contarle lo que le había hecho su marido. Éste, al enterarse, amenazó con matarlas si lo denunciaban.
Luego de varias semanas de la detención del sujeto, la misma víctima se presentó en el Juzgado para intentar retirar la denuncia contra su marido. Textualmente relató que era cierto todo lo que había pasado, pero quería “retirar la denuncia para que él salga para trabajar y me ayude económicamente”, dijo la mujer.
En la entrevista que los actores judiciales tuvieron con la víctima, reconocía haber atravesado episodios de violencia física, psicológica y verbal de parte de su marido, pero lo justificó en todo momento e inclusive se hizo “responsable” por las reacciones violentas de él, características propias del “síndrome de la mujer golpeada”, expresaron los peritos.
Pasados dos años de su detención y en la antesala del juicio, a través de un acuerdo entre la fiscalía y su defensa, el imputado solicitó un juicio abreviado para su caso. El pedido fue presentado ante el Tribunal Penal 2 de Posadas.
Fue así que el magistrado Augusto Gregorio Busse, en su carácter de titular, Ángel Dejesús Cardozo y Martín Errecaborde, en calidad de subrogantes, homologaron el acuerdo. En la sentencia, resolvieron condenar a Javier Osvaldo, a la pena de siete años de prisión de cumplimiento efectivo, por el “delito de abuso sexual con acceso carnal y amenazas e concurso real”, en contra de su concubina.