El trabajo a tranco preciso permitió a los efectivos de la Dirección de Investigaciones, bajo las órdenes del juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, las primeras pruebas firmes hacia el posible esclarecimiento de lo sucedido el domingo por la noche en la costanera Oeste, cuando y donde una pareja de adolescentes fue atropellada sobre la vereda, uno de ellos gravemente lesionado y la víctima restante llevada cautiva y luego abandonada en estado de shock.
Como lo publicó ayer PRIMERA EDICIÓN, fue encontrada la camioneta utilizada para el ataque y detenido su conductor, un hombre de 29 años, cuyos rasgos físicos son coincidentes con el identikit elaborado por los peritos policiales.
Tras la aprehensión del sospechoso, en una vivienda del barrio Yacyretá, y el hallazgo de la Toyota Hilux oculta desde el lunes por la noche en una propiedad de la avenida Zapiola casi Quaranta, la labor de la investigación se centró ayer en la requisa del transporte y la toma para análisis de presuntas pruebas.
El detenido fue imputado, provisoriamente por los delitos de “tentativa de homicidio, dos hechos y privación ilegítima de la libertad y rapto”.
Durante la mañana, en la Jefatura de Policía, se hallaron dentro de la camioneta cabellos y manchas de presunta sangre. Esto deberá ser peritado y cotejado el patrón genético con el de la joven raptada y abandonada sobre la misma avenida Zapiola y calle 148, zona del Club Educación.
Se pudo confirmar además que la camioneta figura en el Registro Nacional del Automotor a nombre de la esposa del detenido y el inmueble donde fue encontrada bajo la titularidad del padre del sospechoso.
Los investigadores buscan establecer el motivo del ataque a los jóvenes cuando estaba sentados en un banco del paseo al borde del arroyo Mártires a las 21.30 del domingo.
Una de las hipótesis apunta a una relación sentimental o de conocimiento previo del agresor con la joven de 18 años, que cursa el quinto año del nivel medio de un colegio privado del microcentro posadeño.
Hasta el momento, la estudiante no pudo aportar datos sustentables porque su estado psicológico es delicado, se encuentra atemorizada, y no recuerda las circunstancias de lo sucedido, siquiera cómo llegó hasta un templo evangélico para suplicar auxilio.
Otra de las pericias que buscará echar luz y fundamentar la pesquisa, está determinada por un deflector plástico que se coloca sobre el capot de este modelo y marca de camionetas. Restos similares a uno de ellos fueron hallados en el escenario del choque.
Lo curioso es que la Toyota no tenía puesto este elemento cuando fue descubierta, como tampoco se hallaron restos en la casa mencionada, donde sólo reside un hombre de 60 años que cumple la función de cuidador.
Hallar este vehículo no fue labor sencilla para los investigadores. Se analizaron registros de cámara de seguridad de distintos cruces de calles y avenidas y propiedades de la zona donde se produjo el ataque. A esto se sumó la patente aportada por un testigo, la que sólo se diferenció por una letra de la Toyota secuestrada.