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Una búsqueda sin cuartel. Incluso para la ciencia. Las autoridades buscarán bajo las uñas de los cadáveres rastros genéticos de los autores del doble crimen de los brasileros Hellio Pereira De Mattos (65) e Inés Lima Dos Santos (55). Mientras tanto, alrededor de 150 efectivos policiales rastrillan la zona en busca de pistas de los asesinos.
La pericia intentará dar con restos de ADN que pudieran haber quedado en las manos de la pareja. Sucede que, para los detectives, ambos podrían haber esgrimido algún tipo de defensa, acción mediante la cual rastros de piel o cabello de los autores podrían ser encontrados.
En tanto, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, anoche continuaba la labor de los médicos de la Morgue Judicial de Posadas, quienes por la mañana realizaron las correspondientes autopsias. En ese procedimiento, además, se llevaron adelante pruebas de parafina a la pareja, también con el objetivo de saber si pudieron haber disparado en medio de ese intento de defensa. Los resultados aún no trascendieron.
Mientras tanto, la labor de los investigadores de la Unidad Regional XII, con asiento en Bernardo de Irigoyen, y de la Dirección de Homicidios de la Policía provincial continuaba al cierre de esta edición en procura de datos que puedan develar el misterio que rodea al caso.
Tal como se informó ayer, en la chacra donde fueron hallados los cuerpos de las víctimas se encontró un galpón donde había 20 gallos de riña y una “gallera”, un espacio acondicionado para la realización de peleas de esos animales.
La principal hipótesis que se barajaba era que el doble crimen podría guardar relación con esa actividad ilícita, que mueve importantes sumas de dinero, principalmente en la frontera con Brasil. No obstante, los detectives se mantenían cautos y preferían no descartar ningún otro tipo de teoría.
Entre esas líneas, surge también el pasado de Hellio Pereira De Mattos, quien durante 30 años sirvió en la Policía Militar de Santa Catarina. Al respecto, de las averiguaciones realizadas por los policías misioneros, en el país vecino era considerado un profesional intachable y que no tenía enemigos ni problemas con nadie. El mismo relato levantaron los investigadores en territorio argentino, donde De Mattos hasta dirigía un equipo de fútbol barrial, donde era ampliamente respetado. Más misterio.
Por lo pronto, a la espera de los resultados de la autopsia, las primeras informaciones indican que el hombre recibió un golpe en la cabeza y luego fue ahorcado con un cable, mientras que la mujer fue ultimada de un disparo en el ojo derecho. Se investiga si ese tiro provino del revólver calibre 38 que era del expolicía y que presumiblemente desapareció de la escena. Además, los detectives intentan establecer si los autores también se llevaron un teléfono celular que era de uno de los hijos de la pareja y que utilizaba la madre.
Los cadáveres fueron encontrados el último martes a las 19.30 en una chacra de Paraje Diez, a 50 kilómetros de Irigoyen. Del lugar faltaba un auto Nissan Tiida, que fue encontrado horas antes sobre la ruta nacional 14. Un hombre que realizaba trabajos de jardinería en el lugar aseguró que el domingo por la tarde llegó al lugar y fue atendido por un sujeto con acento brasilero que le dijo que la pareja había salido. Era uno de los homicidas.