Organizado por la Asociación Misionera de Mediación, se realizó ayer en el Multicultural de la costanera posadeña el taller de abordaje de conflictos entre usuarios de servicios públicos esenciales. Profesionales de la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires brindaron a los vecinos un acercamiento sobre cómo proceder con reclamos en el acceso igualitario a la luz eléctrica, el agua potable en todos los barrios y la adquisición del gas.
Estuvieron presentes en la charla representantes de los Centros de Integración Territorial de Posadas, profesionales del ámbito jurídico y vecinos de distintos barrios, quienes plantearon su situación con algunos servicios.
El taller estuvo a cargo de Diego Mielnicki, Facundo Roitman, Emilia Aladio, abogados con especialización en Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires.
“Cuando hablamos de los servicios públicos que son esenciales, hablamos de aquellos que hacen al ejercicio de los Derechos Humanos. Es decir, una persona no puede vivir sin ellos hoy en día: el agua potable y el saneamiento (las cloacas); y el acceso a las fuentes de energías, tanto la eléctrica como el gas. Con este último tenemos un problema, ya que en el noreste argentino no tiene un red de gas natural, entonces deben conseguir la garrafa con todo lo que esto implica: el costo, qué pasa con las tarifas sociales y los problemas de seguridad y para conseguirla”, explicó Mielnicki.
Respecto al servicio de agua potable, “en la Argentina hay un consenso de que el servicio público de agua, lo dijo la Corte Suprema, es un Derecho Humano, entonces toda persona tiene que tenerlo en condiciones adecuadas y suficientes. Aquí tenemos un problema, en Posadas hay una prestadora privada multinacional, donde lo que busca es tener ganancia. Entonces si no se paga la boleta pueden cortarle el agua a una persona. Hay muchos antecedentes en el país de jueces que en su sentencia han planteado que cortarle el agua es inconstitucional porque es contrario a los Derechos humanos, que son las normas más importantes de la Argentina”, aseguró.
“En Posadas incluso hay asentamientos donde pagan la misma tarifa que pagan en el centro y el servicio de agua es sólo por unas horas al día”, interpeló una vecina.
Ante este tipo de casos, “nuestra responsabilidad es ir a presionar a los entes reguladores para que cumplan con su función como parte del Estado de defender los derechos de los usuarios”, detalló Diego Mielnicki.
Además, “si bien la mediación ofrece herramientas pacíficas gratuitas y rápidas, hay algunas experiencias pero nunca hay que descartar, como el proceder por las malas mediante las acciones judiciales”, agregó.
Sobre la energía eléctrica, apuntó a que “es un servicio público esencial y debe brindarse de manera continua, al igual que reparar daños ocasionados por el servicio. Misiones es todo un caso, tienen una empresa privada, sé que hay cooperativas también, y por ley tienen previsto un ente regulador para controlarla pero eso no existe, la regula el Ejecutivo provincial, lo cual no es lo ideal porque es el mismo que le otorgó la concesión a la empresa. Es así que quedan con faltas de herramientas para defenderse en materia de tarifas”.
Sobre el gas natural en la Argentina, “como servicio público sólo llega al 60 % del país, con lo cual se genera otro problema en las provincias donde tienen que comprar la garrafa, porque no es considerada como un servicio público, ya que las venden las empresas. Ahí tenemos otra falencia por parte del Estado Nacional”, aclaró Mielnicki.
“Si hablamos de Derechos Humanos en los servicios públicos, acá en Misiones estamos viviendo un retroceso, porque con todos los aumentos que hubo algunos se vieron obligados a volver a cocinar con leña y carbón”, indicó una vecina.
En cuanto a cómo resolver estos conflictos para acceder a los servicios, indicaron que una opción es “un proyecto de ley provincial o a través de una acción judicial que puede ser tomada como un precedente. Amparos, basándose en lo inconstitucional de algunas medidas, pero para esto es necesario un reclamo que sean colectivas”.
En este sentido, otra vecina presente en el taller manifestó que “el gran defecto que tenemos todos los misioneros es que somos demasiado pasivos. Nos quejamos sólo por redes sociales y no podemos organizarnos para plantear una queja en común”.
Desde la Asociación Misionera de Mediación señalaron que “es importante nuclear los intereses y reclamos comunes. Porque nunca se va a tomar de la misma forma los amparos comunitarios que aquellos individuales. Es por eso que los usuarios deben poder organizarse en su comunidad para presentar un reclamo”.