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Un oficial de la Policía provincial apuntó a quien en su momento fuera jefe de la comisaría Primera por la misteriosa desaparición de un automóvil que permanecía secuestrado en el playón de la dependencia del norte capitalino. Dijo que lo vio maniobrar junto a una grúa que ingresaba a la sede policial y que, tras regresar del franco, el VW Bora en cuestión ya no estaba en el lugar
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el uniformado fue el único de los trece policías llamados a testimoniar por el juez Fernando Verón que aportó datos de interés para la investigación. El titular del Juzgado de Instrucción 3 había optado por ese llamado a declaración “masivo” ante la ausencia de testimonios de los policías, pese a que el automóvil “desaparecido” era visible prácticamente desde todas las oficinas de la comisaría.
Si bien no recordó el día exacto, el oficial aseguró que cerca de la Semana Santa de 2017 vio a quien era jefe de la Primera en ese momento cuando ayudaba a maniobrar a una grúa que ingresaba a la dependencia por el portón que da hacia la calle Moritán.
El uniformado subrayó que no vio a esa “comisión” extraer el VW Bora. Sin embargo, aseguró que ese mismo día salió de franco y cuando regresó a su puesto de trabajo, horas después, el vehículo de origen alemán ya no se encontraba en el playón.
Tras esa declaración, la investigación continúa, con el comisario y un comerciante de automóviles imputados por una historia que se inició alrededor de las 13 del jueves 29 de diciembre de 2016, cuando el propio Verón ordenó el secuestro del Vento en el centro de Posadas tras una denuncia por “estafa”.
Según la presentación penal, un hombre había comprado el vehículo pero, pese a recibir el dinero, el vendedor se negaba a entregar el boleto de compra-venta, entre otros documentos.
Lo cierto es que, más de seis meses después, a principios de julio de 2017 y con la investigación avanzada, el magistrado ordenó que el automóvil sea entregado en carácter de depósito judicial al comprador, hasta tanto se resuelva el resto de la pesquisa.
Lo curioso fue que ese hombre se presentó entonces en la Primera para retirar el vehículo en varias oportunidades y los policías, bajo uno u otro argumento, contestaron con evasivas a la hora de responderle dónde estaba el rodado.
Fue entonces que el azar hizo de las suyas. Días después, el denunciante se cruzó con el automóvil cuando circulaba en pleno centro de Posadas, al mando de una mujer, quien adujo haberlo adquirido “de buena fe” a un supuesto vendedor de vehículos.
El automóvil fue “resecuestrado” y se inició una investigación a los fines de establecer cómo el VW Vento había salido de la comisaría sin autorización judicial y, mucho peor, comercializado a una mujer que incluso contaba con documentación que acreditaba la titularidad.
El caso generó un verdadero escándalo y, además de la causa penal, la Jefatura inició un sumario interno que derivó en el apartamiento del por entonces comisario a cargo de la dependencia y la intervención de la misma.
En tanto, el expediente judicial continúa su marcha y tiene por el momento dos imputados. Por un lado se encuentra el comisario, quien fue acusado formalmente por el delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y se abstuvo de declarar. Por el otro, el presunto comerciante del vehículo, imputado por “hurto”, quien habría retirado indebidamente el rodado del patio de la comisaría Primera con la connivencia del funcionario policial.