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Una desagradable sorpresa se llevó el encargado de una distribuidora de la capital provincial, cuando al abrir a primera hora de la mañana notó que desconocidos habían violentado el local. Él, o los delincuentes se llevaron 140 mil pesos y escaparon, pero dejaron rastros.
El hecho sucedió sobre la avenida San Martín casi Bustamante. El hombre de 36 años se desempeña como supervisor de una empresa dedicada a la venta del rubro construcción. Abrió las instalaciones para comenzar las tareas del día, pero notó que la oficina estaba revuelta. Lo primero que atinó fue chequear que no hubiera faltante de dinero de la caja que había quedado de la jornada anterior. Entonces comprobó que el mueble donde había quedado el efectivo bajo llaves estaba destrozado.
El frente del local no había sido violentado. Sin embargo, en plena búsqueda del “acceso” de los delincuentes encontró en la parte del techo una chapa que había sido sutilmente extraída.
De la reconstrucción policial surge que el ágil delincuente bajó hacia dentro del local presumiblemente en horas de la madrugada, amparado por la fuerte tormenta que se desataba sobre la ciudad. Tras cometer el ilícito salió por el mismo lugar para perderse en la noche.
Al tratarse de una empresa que tiene su sede central en Resistencia, el sistema de monitoreo central de las cámaras permitió registrar el rostro del ladrón. Efectivos de la Decimoséptima trabajaban anoche intensamente para detener al sospechoso, quien por su audacia -se presume- no sería la primera vez que cometió un robo al estilo “boquetero” en Posadas.