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El revés de un diagnóstico casi siempre redirecciona el camino de la vida. Esto le pasó a Teresita Paniagua Cardozo, esta posadeña de 33 años que este sábado en Encarnación participará en su segunda competición oficial de fisicoculturismo. El camino que llevó a esta médica y profesora de danzas al escenario principal de dicho evento arrancó tras un diagnóstico: hace siete años se enteró que tenía lupus pero no se detuvo, al contrario, comenzó a entrenarse para contrarrestar la enfermedad y lo logró. Una historia donde la superación y el esfuerzo son la norma.
Teresita nació en Posadas pero desde jovencita vive en Asunción, cuando se mudó con su mamá luego del divorcio de sus padres. “Siempre voy a Posadas porque toda mi familia está ahí”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN. En Asunción estudió medicina y es donde ejerce su profesión. “Además soy profesora superior en danza clásica, paraguaya y danza moderna” y “ejerzo en mis tiempos libres. Enseño en una escuela de danza formando niñas”, contó.
Además de médica y profe de danzas, es fisicoculturista. Esta parte de su vida comenzó cuando tenía 25 años y su mamá falleció en un accidente. A los dos años se enteró que tenía lupus y en ese momento se decidió a cambiar su vida completamente: comenzó a entrenarse, sus días empezaban a las 4,30 en el gimnasio, luego el desayuno “para tener un buen desempeño y desarrollo muscular” y después entre 8 y 10 horas atendiendo pacientes. “Entre medio tenía que comer y así pasaron seis años. Tuve que cambiar mi estilo de vida. Fue un cambio radical”. En el camino, “superé prejuicios y críticas de personas muy cercanas. Nada me detuvo”, afirmó.
La elección de musculación no fue al azar. “Yo decidí, conociendo la parte médica, tomar otro rumbo porque el lupus afecta las articulaciones principalmente. Entonces sabía que tenía que fortalecer mis músculos, mi cuerpo. Así fue que llegué a que la enfermedad esté totalmente apagada”, aseguró. Los últimos estudios indican que “está inactiva”. “Consumía muchos medicamentos por día, sufría dolores, era bastante difícil y todo fue desapareciendo. Al día de hoy estoy más viva que nunca”, afirmó.
El fisicoculturismo
“Desde el primer día que pisé un gimnasio dije que competiría alguna vez”, recordó Teresita y así fue. “El 3 de agosto me presenté a mi primera competencia como atleta bikini wellness” en el que se enfrentó a atletas con experiencia y de alto nivel en Paraguay.
Luego, comenzó la preparación para la segunda presentación como atleta de fisicoculturismo. La elección de esta competencia tiene mucho que ver con el corazón: es en Encarnación, ciudad vecina a su Posadas natal y toda la familia ya tiene planeado cruzar el puente para alentarla. “La familia siempre me apoyó al 100% en este nuevo emprendimiento”, señaló la médica. La competencia será el sábado 3 en el Hotel Casino Carnaval a partir de las 16.
“Yo creo, y aprendí con estos años por experiencia propia, que todo está en uno mismo. Uno debe tomar la decisión. El secreto y el poder están en nuestra mente, podemos curar enfermedades teniendo un espíritu positivo. El deporte es un camino, porque quien decide hacer ésto entra en un mundo diferente donde hay mucha disciplina, constancia y después las cosas salen solas”, indicó Teresita. “El ejercicio, hacer una actividad que nos gusta, es el secreto. Nos permite generar hormonas de placer, de felicidad y eso hace que nos pueda sanar de cualquier enfermedad, así sea una como la mía muy relacionada con el sistema emocional”.