Con el correr de los años, el Parque Nacional Iguazú (PNI) en manos de la Administración de Parques Nacionales (APN), fue creciendo de manera importante en cantidad de visitantes, rompiendo récords año tras año. A nadie escapa que está vigente una concesión del Área Cataratas en manos de una UTE con empresarios misioneros, que se llevan un gran porcentaje de los recursos que se recaudan por ingresos, estacionamiento, explotación de locales comerciales, entre otros.
Aunque las cifras se manejan herméticamente, hace unos años se supo que se trata de más del 60% del total recaudado. Después, la APN se queda con un 27%, Misiones con un 3,5%, el EMTURI de Iguazú 3,5% y, finalmente, con 3,5% para el Hospital SAMIC y el Hogar de Ancianos.
La forma en la que se coparticipan los muchos millones que mueve Cataratas en el año, llevó a muchos sectores de la política como de organización de la sociedad civil misionera a pedir un replanteo de la distribución. Ahora, mediante una resolución de la APN, se pretende dejar de aportar al Hospital y el Hogar. ¿Quién se quedará con ese dinero?
El SAMIC atiende a los turistas que van a Cataratas, utilizando los fondos para aparatología y sostenimiento del servicio de salud pública. Y el Hogar debe seguir siendo parte de la responsabilidad social que deben tener la APN y la UTE con una Iguazú que tanto los ayuda a embolsar millones y millones.
Más que un derecho, sostener que parte de los recursos que se recaudan en la tierra colorada se queden para la comunidad, es toda una obligación que se debe asumir en adelante. Como misioneros no debemos permitir que se avance en otro recorte fiscal.