Lentamente se va normalizando la distribución del vital líquido. La tormenta de la semana pasada dejó sus secuelas muy fuertes en la distribución de agua potable en San Vicente. Un rayo que cayó en las inmediaciones de las dos tomas de agua dejó como saldo tres bombas quemadas, dos tableros y el sistema automático de encendido y apagado fuera de servicio.
Según dos directivos de la Cooperativa de Provisión de Agua Potable de San Vicente, el costo de las pérdidas rondan el millón y medio de pesos. Tienen en funcionamiento dos bombas y tres van a ser reparadas, mientras tanto van a adquirir una nueva para tener como alternativa por si hay un nuevo inconveniente.
Las dos bombas que están en funcionamiento tienen la capacidad de bombear unos 130 metros cúbicos por hora. Suficiente para cubrir la demanda de los más de cuatro mil usuarios. Los directivos de la cooperativa esperan que en los próximos días no haya inconvenientes técnicos con ninguna de ellas.
El servicio se va a ir reestableciendo lentamente con el paso de las horas. Una vez que comiencen a mandar agua a toda la ciudad, los caños se tienen que llenar de agua y se consiga una presión en todas las viviendas, eso lleva un tiempo considerable que puede ser entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas, según informaron desde la Cooperativa.