Saber quiénes somos tiene que ver con la imagen que recibimos de nosotros mismos. Por ello, es preciso procurar tener la imagen correcta. Esto no siempre es sencillo por diversos motivos.
En todas las personas existe una imagen mental grabada que se repite una y otra vez. Estas son algunas de las imágenes negativas más comunes:
Un prejuicio: una imagen previa que tenemos de algo o de alguien. Se trata de una imagen negativa que anticipa la derrota.
Una obsesión
Una imagen que ronda en nuestra mente y nos conduce a que nuestra vida gire alrededor de ella. Es una idea fija que puede ser algo que nos sucedió, algo que hicimos o dejamos de hacer, o algo que nos dijeron, y nos produjo una determinada sensación negativa que nos persigue compulsivamente.
Es una imagen que nos perturba y nos quita la tranquilidad y, en ciertos casos, el sueño. Mucha gente, sin darse cuenta, pasa de la preocupación a la obsesión y vive así durante años.
Un pensamiento que nos limita
Una idea, o imagen mental, que nos habla con frecuencia y nos dice que “no podemos, no somos merecedores, no tenemos, no lo vamos a lograr”, etc.
Un pensamiento limitante nos detiene y no nos deja avanzar para alcanzar el éxito. Es un límite que nos pusimos a nosotros mismos o que construimos a través del tiempo con dichos de los demás. ¿Por qué a veces elegimos lo negativo para nuestra vida?
Principalmente porque no nos amamos de manera sana y equilibrada y nos limitamos creyendo que no somos merecedores de nada bueno.
Una carencia
Una de las imágenes más negativas y limitantes que podemos tener. Creer que no podemos porque no tenemos, dinero, bienes, conexiones, salud o lo que sea, nos mantiene estancados y nos roba la felicidad.
Una falsa creencia
Un paradigma, es decir, una idea que uno considera verdadera pero no lo es. Las falsas creencias siempre nos limitan para accionar y seguir hacia la meta.
Un logro
Aquello que logramos también nos puede limitar. Sobre todo, cuando creemos que es todo lo que somos capaces de hacer. Tal vez lo que hoy tenés es lo que te está frenando y te mantiene en tu “zona de confort”.
¿Cómo podemos quebrar nuestros límites?
Fundamentalmente, no tirando la toalla. Es decir, no renunciando a perseguir y alcanzar aquello que nos hemos propuesto en la vida. Dándonos permiso para hacer lo que amamos y disfrutarlo.
Cualquiera sea tu situación, anclá tu/s sueño/s en tu corazón porque, cuando lo hacemos, nada ni nadie tiene el poder para hacernos desistir.
Aun esas circunstancias que nos provocan tanto dolor pueden ayudarnos a conocer el nivel más profundo de nuestra resistencia y nuestra capacidad de seguir adelante.
¡Nunca tires la toalla!
Colabora
Bernardo Stamateas
Doctor en Psicología, Sexólogo Clínico, Escritor y Conferencista Internacional.