
Nunca pensamos en que le iba a pasar algo así. Se preparaba el lunes para comenzar a trabajar como albañil en una constructora. No sabemos qué le pasó, lo único que espero es que, si lo mataron por la espalda, el que lo hizo lo pague, vaya a la Justicia y lo condenen”.
Mientras Carlos Salinas (38) esperaba ayer por la tarde que llegara el cajón con los restos de su hermano Daniel, los recuerdos le remontaban a un solo lugar, hace poco más de doce años, cuando su hermano Ramón (21) fue ultimado en un enfrentamiento con la policía en el barrio Manantial de Posadas.
Ayer le tocó velar, junto a su madre y sus cuatro hermanos restantes, a Daniel, hallado tendido en el barrio bajo la lluvia en la chacra 146, a pocos metros de su vivienda y, de acuerdo a los primeros pasos de la investigación, cuando intentaba escapar de un presunto intento de robo en la chacra vecina, la 145.
El fatídico desenlace se produjo a las 2.30 en el asentamiento ubicado a pocos metros de la avenida Eva Perón y calle Álvar Núñez.
Fue la pareja de Daniel Salinas quien lo encontró sin vida, caído boca arriba. Según los primeros relatos, había salido a buscarlo porque no regresaba de ir a comprar una cerveza.
Las reacciones y las sospechas apuntaron a buscar a un vecino, un joven con el que había discutido durante la tarde previa en una cancha de fútbol de la zona.
Este joven de 21 años fue demorado de inmediato por efectivos de la seccional Séptima, de la Dirección de Homicidios, más el apoyo del Comando Radioeléctrico Oeste, bajo la presunción que se cruzó con Salinas a las 2.15 aproximadamente y volvió a discutir y le asestó un puntazo en la espalda con un destornillador o elemento punzante de similares características.
Pasado el mediodía, la autopsia y la coartada del demorado dieron por el piso con la pista: Daniel Salinas sufrió dos disparos, uno en la espalda y el restante en un tobillo. El de la espalda afectó un pulmón y le produjo un shock hipovolémico.
La pesquisa no tardó en responder y reconstruyó con testimonios de vecinos la nueva sospecha: un intento de robo a otro vecino, que descubrió la acción y jaló su revólver calibre 22 largo.
Los peritos en criminalística de la Policía Científica hallaron dos casquillos o vainas servidas idénticos a las balas secuestradas en el arma mencionada, que a su vez, coincidirían con los orificios de las lesiones en el cuerpo de Salinas y con las municiones respectivas.
Además, registraron dos impactos que atravesaron una chapa frente al inmueble, lo que sugiere que los disparos se realizaron dentro de la propiedad. Un “plomo” más fue descubierto incrustado en un muro de la vivienda de enfrente a la allanada.
El propietario del revólver fue detenido de inmediato ayer por la tarde y puesto a disposición del juez de turno, Fernando Verón, titular de Instrucción 3.
Tanto a este sospechoso de 59 años, como al joven de 21 y a otro allegado también demorado, se les practicó la prueba indiciaria de guantelete de parafina, que busca rastros de pólvora en las manos. Habría dado negativo a los tres. Es la pericia previa a la de absorción atómica, que de las muestras tomadas, también de piel, rastrea restos de los componentes de la pólvora, plomo, antimonio y bario.
Anoche los tres pequeños hijos de Daniel Salinas (dos niñas de once y dos años y un varón de cuatro) y su concubina lo despedían en la capilla Medalla Milagrosa.
Un hermano con un desenlace fatal similar
Ramón Salinas tenía 21 años y su vida se terminó de un disparo en la chacra 252 de Posadas, en un supuesto enfrentamiento con una patrulla del Comando Radioeléctrico de la Policía.
El 7 de abril falleció en el hospital Ramón Madariaga, dos días después de recibir el proyectil calibre nueve milímetros en la zona sacra, altura de la columna vertebral, con orificio de salida en la pelvis, cuando los uniformados intentaban recuperar dos motocicletas denunciadas por robo en el barrio Yacyretá.
De acuerdo a la investigación, cuando los policías descendieron para realizar el procedimiento, se habrían escuchado las primeras detonaciones desde la vivienda donde se encontraba Salinas. Sus familiares negaron la versión del enfrentamiento.