El operativo fue desarrollado por la división Investigación Federal de Fugitivos de la Policía Federal, que mantuvo reuniones con miembros de la unidad especializadaFugitive Investigation Support (FIS) en el pasado mes de octubre y pusieron en marcha una serie de tareas de campo que permitieron obtener información importante sobre el paradero de la narco que había huido en 1998.
Es así que se supo que la mujer había adoptado una nueva identidad en Bolivia, donde comenzó a llamarse Mónica Aireyu Banegas, y luego había cruzado las fronteras y arribado a la Argentina.
Los policías hicieron uso de equipos de última generación y confirmaron sus sospechas: la pericia fotográfica de comparación biométrica arrojó con certeza que Sylwia Sulecka y Mónica Aireyu Banegas eran la misma persona. Frente a ello, se montaron guardias de vigilancias discretas, seguimientos encubiertos y registros fotográficos y audiovisuales. De esta forma, con las pruebas acumuladas referente a los sitios que frecuentaba, los uniformados localizaron a la prófuga en la Ciudad de Buenos Aires y la detuvieron.
La fugitiva fue apresada a instancias del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11 de Claudio Bonadio, que tramita la causa a través de la Secretaría N° 22 de María Laura Charnis. Asimismo, ya se ejecutan los mecanismos judiciales necesarios para avanzar en su extradición a Polonia, donde la espera una posible pena de hasta 20 años.