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El alerta pasó de naranja a rojo. La preocupación se encendió el último viernes por la tarde, nada más y nada menos que en el microcentro de Oberá, a dos cuadras de la emblemática catedral. Allí, en dos viviendas, las autoridades encontraron armas, marihuana, dinero, celulares y también lo que sería la denominada “droga zombie”, que produce excitación, delirio y hasta “canibalismo” entre quienes la consumen.
Conocida como “Flakka”, su nombre trascendió rápidamente y dejó de ser una amenaza para transformarse en realidad en diciembre pasado, cuando la propia Sedronar emitió un alerta ante el registro de casos en Buenos Aires y Neuquén. Pues bien, todo parece indicar que la “Alpha-PVP” -tal su nombre científico- ya desembarcó en Misiones.
Tal como informó PRIMERA EDICIÓN, los allanamientos que derivaron en el secuestro de la presunta “droga caníbal” se iniciaron el viernes cerca de las 17 en dos chalets de las calles Formosa y Ralf Singer, respectivamente, de Oberá.
En esos lugares, efectivos de Toxicomanía de la Unidad Regional II, del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y de Infantería de la Policía provincial detuvieron a dos parejas, conformadas por dos hombres de 27 y 28 años, y dos mujeres, de 25 y 26. Los cuatro tienen residencia formal en Oberá.
En ambos chalets, los resultados fueron positivos. En primer lugar, se secuestraron poco más de cuatro kilos de “cogollos” de marihuana, la flor de la “cananbis”, cuyo valor es cuatro veces superior al del estupefaciente en el estado de “hierba”, por así decirlo.
Aquello permitió confirmar a los detectives que la banda tenía como objetivo los grupos sociales de mayor poder adquisitivo. Y aquella hipótesis terminó de ratificarse minutos más tarde, cuando los policías se encontraron con LSD, algunos gramos de cocaína y, sorprendentemente, tres botellas y tres planchas troqueladas de lo que sería “Flakka”, la peligrosa y adictiva “droga zombie”.
“Se trata de un procedimiento sin precedentes en la provincia no por la cantidad, si no por la calidad del estupefaciente que se encontró”, especificó uno de los hombres que participó de la pesquisa. Sucede que la “Flakka” era hasta ahora desconocida en Misiones, más allá de los casos que habían trascendido en Brasil, cerca de la frontera, y de los que PRIMERA EDICIÓN dio cuenta en un informe en 2017.
Los investigadores hablan de alrededor de mil pesos de valor por cada dosis. Y de una forma de consumo tan particular como su poder adictivo: al igual que el LSD, los troqueles pueden colocarse debajo de la lengua, pero también en forma líquida y con “goteros” que dejan caer la sustancia sobre los ojos, lo que genera un ingreso casi directo al torrente sanguíneo y, por ende, un efecto inmediato.
Las sospechas de los detectives apuntan a que la banda desarticulada traía el estupefaciente desde Buenos Aires. En Oberá, presumen, lo “reelaboraban” o diluían, dividían en dosis y vendían en distintos puntos, siempre con consumidores con determinado sustento económico para adquirirlo.
De la vigilancia encubierta realizada por los uniformados se pudo saber que la organización tenía como puntos de venta los principales boliches obereños, los lugares donde se realizaban fiestas electrónicas, canchas de fútbol 5 y hasta casas de estudio universitarias de Oberá.
Justamente, la “punta del ovillo” que permitió dar con los cuatro responsables tuvo lugar en uno de esos predios. El viernes 13 de abril, los policías detuvieron a uno de los “dealers” de la banda frente a un complejo de canchas de fútbol 5 de calle Pergamino, a cinco cuadras de la Terminal de Ómnibus de Oberá. Llamativamente, ese “narco” vendía LSD, un producto demasiado caro y difícil de conseguir en Oberá y la zona. De a poco, mediante un trabajo de inteligencia de casi ocho meses, descubrieron la estructura que había detrás. Y que ocultaba muchos más secretos de los que en principio se suponían.
El alerta de la Sedronar
En diciembre del año pasado, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) emitió un alerta ante el hallazgo de varias dosis de “Flakka” en poder de un chino de 28 años que fue interceptado en Almagro.
Una pequeña dosis puede causar desde delirio extremo, agresividad y psicosis, hasta la muerte. Se trata de una sustancia sintética, detectada por primera vez en Asia y en Europa en 2013. Es una droga disociativa que produce excitación, delirio, alucinaciones, paranoia e, incluso, “canibalismo”. Está aún en estudio por parte del mundo científico.
Un informe de la BBC realizado el año pasado reveló que la “Flakka” se puede consumir “inhalada, ingerida, fumada o inyectada (…) e incluso combinada con drogas recreativas como la marihuana o con otros fármacos”.
En los videos que se viralizaron en las redes sociales aparecen dos casos particulares en Argentina. Uno de ellos tuvo lugar en Buenos Aires, donde pasajeros de un colectivo filmaron a un adolescente de 16 años bajo los efectos de esa sustancia. El menor corría por la calle completamente desnudo, de manera errante. En determinado momento, se acuesta en medio de la calzada e intenta morderse los genitales.
El otro episodio, también filmado y disponible en Internet, es el de un joven de Neuquén que se revuelca de manera llamativa y sin emitir palabra, en medio de un grupo de policías que no sabe cómo reaccionar.
Entre los síntomas, aseguran que el cuerpo del consumidor sufre hipertermia, alcanzando temperaturas extremas de más de 40º C -lo que explicaría por qué en muchos casos existen desnudos- y también se vuelve psicótico y distorsiona la realidad bajo violentas alucinaciones.