En el transcurso de los años, hombres y mujeres de la tierra colorada, forjaron un fascinante futuro a través de las distintas ramas del arte, la música, la danza, la pintura; también la literatura, la ciencia, la tecnología y otras tantas actividades que van dejando huellas imborrables en diversos ámbitos a lo largo y ancho de la provincia.
Por eso, PRIMERA EDICIÓN distingue a aquellos protagonistas comprometidos con Misiones, con el arte y la cultura. Es así que en esta oportunidad se reconoce a la cantante Pamela Victoria Ayala, voz oficial del Ballet Folclórico del Parque del Conocimiento y madrina de la orquesta escuela “Grillos Sinfónicos”.
Nació el 5 de julio de 1987 y es hija de Dionisio Guadalupe Ayala y Julia Jeleñ. Comenzó sus estudios en el jardín de infantes del Instituto Educativo “Los Lapachos”. La escuela primaria y la secundaria las hizo en la 428 de Puerto Esperanza.
Desde la infancia comenzó a sentir y vivir la música litoraleña gracias a la influencia de su familia y fundamentalmente de su padre Dionisio, que la embarcó en el mundo fascinante de la música.
A los cinco años se subió al escenario de la Fiesta Provincial y Nacional del Pino en Puerto Libertad. Luego, ya con doce años, grabó su primer disco apadrinada musicalmente por los referentes de la música santiagueña Cuti y Roberto Carabajal, con quien recorrió y cosechó elogios.
Desde ese entonces no dejó de caminar y triunfar en grandes escenarios y festivales compartiendo su talento con exponentes de la música y el arte como Ramón Ayala, Vicente Cidade, Los Hermanos Núñez, Joselo Shuap, Fabián Mesa, Luis Salinas, Patricia Sosa, Lito Vitale, Sandra Mihanovich y Teresa Parodi entre otros tantos.
“La canción con la que subí por primera vez a un escenario fue ‘Apurate José’. Esa noche tenía un vestido de color naranja, un recuerdo imborrable junto a mi papá acompañándome con la guitarra. Después de ese día nunca más la volví a cantar. Hace unos días, en el Festival Nacional de la Música del Litoral 2018, volví a interpretarla y se me vino esa imagen, el recuerdo de aquella primera vez. Fue muy emocionante porque esa noche toda mi familia estaba en la tribuna del anfiteatro Manuel Antonio Ramírez. Me contuve para no llorar. Si vuelvo para atrás son muchas cosas hermosas las que recuerdo”, expresó la cantante.
“Mi infancia la viví en los escenarios, en las peñas y festivales. En la escuela muchas veces tuve que rendir libre y se me complicaba bastante porque viajaba recorriendo las escuelas junto a Fausto Rizzani y su papá Daniel Stéfani que marcaron mis comienzos. De todo lo que logré no me arrepiento de nada, si lo tendría que volver a repetir lo haría una y mil veces”, sentenció.
Carismática y sencilla, la artista de Puerto Esperanza supo conquistar con pasión y encanto los escenarios más importante de Misiones y del país como es el Festival de Cosquín, el Festival de Doma y Folclore Jesús María (Córdoba), el Festival de Baradero (Buenos Aires), la Fiesta Nacional del Inmigrante, la Fiesta Nacional de la Madera y la Fiesta Nacional de la Yerba Mate.
Cabe destacar que desde que los 10 años participa en el Festival Nacional de la Música del Litoral, escenario donde fue reconocida con la distinción de “Consagración” convirtiéndose así en la primera mujer en recibir este galardón.
Además desde 2014, acompaña a los “Grillos Sinfónicos” llevando a la tierra colorada a distintos puntos del mundo como Estados Unidos, Italia y Perú, entre otros lugares.
“Actuar con los niños fue una de las cosas más maravillosa que me pasó, es increíble la energía especial. Los niños me motivaron y tengo pendiente hacer un disco dedicado exclusivamente a ellos. A cada lugar al que me invitan voy y participo y lo hago de corazón, porque son personas increíbles al igual que sus padres y docentes, trabajan mucho y están en cada detalle”, reconoció.
En 2017 fue invitada por la cantante peruana Julie Freundt para participar de la grabación de su disco, material con el que Freundt celebró sus 30 años de trayectoria. Así Pamela sumó su talento a los de Sandra Mihanovich, Julia Zenko, Pablo Milanes y Piero.
“Fuimos a presentar ese disco en el Teatro Nacional del Perú, lugar que tiene capacidad para 3.000 personas y estaba entre esos grandes artistas de Argentina y del Perú. Me desbordé de la emoción, fue increíble y no me olvidaré nunca”, exaltó.
Ahora, en diciembre, Pamela vuelve a tierras peruanas para realizar presentaciones junto a Freundt y recorrer otros teatros llevando la música del Litoral.
“La música es todo para mi. Agradezco a mi familia y mis amigos porque lo que logré es también el trabajo de todos, sin ellos sería imposible. La música es mi felicidad”, cerró la artista.