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De la camioneta Toyota Hilux blanca que atacó a una pareja de adolescentes en la costanera oeste de esta capital, durante la noche del 23 de septiembre último, se siguen desprendiendo datos y evidencias que complican al único detenido de la causa, empresario de seguridad privada de 29 años.
De acuerdo a los primeros adelantos periciales a los que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso por fuentes directas, el navegador digital del vehículo doble tracción fue modificado a las pocas horas de conocido el grave incidente que tuvo como víctimas a una pareja de novios de 17 y 18 años.
La alteración del GPS correspondió al borrado de los datos digitales que aportarían los últimos movimientos de la camioneta, principalmente los que se presume que recorrió desde el acceso Oeste y avenida Chacabuco hasta la zona sur, en inmediaciones al Club de Educación de la avenida Zapiola, ya en el paraje Itaembé Miní.
Las mismas fuentes precisaron que no sólo el navegador satelital habría sido alterado, también dos celulares cuyas memorias fueron quitadas y sus patrones de claves y contraseñas eliminados, lo que acrecentó las sospechas en dirección al entorpecimiento del accionar de los investigadores.
De todas maneras, el trabajo informático no finalizó y restan los informes de las empresas de celulares que podrían determinar los rebotes de antena y registros de llamadas y mensajes, tanto del sospechoso aprehendido como de sus presuntos cómplices.
El detenido, en su declaración ante el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, negó conocer a la joven de 18 años, estudiante de quinto año en un colegio del microcentro posadeño, que fue raptada tras ser chocada junto a su novio de 17, que sufrió graves lesiones: una fisura en el cráneo desde el oído medio hasta la mandíbula, la de mayor preocupación.
Los datos que brindó este joven fueron claves para elaborar el identikit del ahora detenido.
Hasta el momento, y de fuentes incuestionables de PRIMERA EDICIÓN , tampoco el imputado podría desligarse de haber escondido la camioneta en la casa de avenida Zapiola, no muy distante del punto donde fue liberada la joven (Zapiola y calle 148), ya que el cuidador del inmueble lo indicó como el responsable de haberla guardado allí el lunes, pocas horas después de la brutal agresión denunciada a la seccional Séptima a las 21.30 del día del hecho.
Al imputado por “tentativa de homicidio y privación ilegítima de la libertad”, el mismo magistrado le dictó la prevención preventiva ante la posibilidad de fuga o de interferir en la instrucción de la causa.
Una de estas sospechas radica en que el chapista que reparó la camioneta declaró que, antes de asistir a la citación judicial, fue visitado por el abogado del detenido para preguntarle qué iba a testimoniar.