
Otro de los testigos que decidió romper el silencio ante PRIMERA EDICIÓN, el mecánico Javier Marcelo Lucena, quien es amigo y vecino de la víctima desde la infancia.
“Fui el último en hablar con él, me dijo que se iba a pegar una ducha, quedamos en que nos veíamos más tarde. Llevaba a su perro hacia su casa, acá enfrente de mi taller. Todo sucedió muy rápido. Él pasó por enfrente de su auto que estaba estacionado y empezó a cruzar la calle, me doy vuelta para ingresar a mi local y escuché unos autos que salían desde la Uruguay – hacia arriba de la avenida Las Américas y que venían haciendo mucho ruido. Pensé ‘que tarados que son’ y en eso que voy caminando siempre hacia mi negocio escuché un fuerte impacto y el aullido del perro…que salió despedido varios metros. También un bulto que cae e impacta contra el asfalto, era Axel…y un Ford Focus que le pasó por encima.
Lucena señaló que el Focus quedó cerca de un gimnasio, como a unos cincuenta metros de la escena. Dijo que se acercó a Axel y vio que estaba totalmente golpeado.
El Chysler, que lo impactó primero, se detuvo en la punta de la excomisaría Quinta y creo que paró porque habían unos remiseros allí. Le pregunté ‘¿qué hiciste?, y me contestó yo le choqué. En eso el del Focus que es vecino de acá viene caminando, pero se hizo bien el pelotudo. Entregó unos papeles a la Policía y lo dejaron ir. Los policías apenas retuvieron al del Chrysler. Hasta me quisieron hacer firmar un acta de incautación en blanco. Me negué”.
“Ahora nos enteramos que el chofer del Focus lo vendió. Ese día estuvieron dando trompos y corriendo en la avenida desde las 10, es más con algunos vecinos dijimos ‘estos van a hacer cagadas’.
Dijo que en la zona del siniestra hay escasa luz y no hay lomos de burro y que había un reductor de velocidad pero lo sacaron.

“Esto es algo muy injusto, nadie iba a esperar que sucediera algo así frente a su propia casa. Fueron dos minutos que vino a la plaza con su pitbull, que terminó todo quebrado” recordó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.