“En la educación patriarcal, las mujeres fuimos educadas para ser vulneradas y esto tiene que ver con el mandato de no hablar, del pensamiento que no somos sujetos de derecho… estos son condicionantes culturales muy fuertes que determinan, en muchos casos, que las víctimas de violencia de género y de integridad sexual tarden tanto en acudir a la justicia”, analizó la diputada provincial, Rossana Franco, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Para esta funcionaria, quien impulsó la puesta en marcha y estuvo al frente de la Línea 137 hasta diciembre pasado, el temor a ser culpabilizadas por su entorno puede paralizar a la víctima.
“Por eso tan importante lo que se está generando en nuestra sociedad con todos los movimientos sociales, el de las mujeres, especialmente de las más jóvenes que se están animando y organizando; creo que el #NiUnaMenos también marcó un antes y un después. Y lo que está sucediendo ahora también es un punto de inflexión”.
A su entender, Misiones, como provincia, “no quedó fuera de este movimiento de mujeres en marcha y movilizadas. Desde el Estado también se avanzó mucho en estos últimos años, tenemos dispositivos que hasta hace poco no pensábamos que podíamos contar con ellos, como el botón de pánico”.
Recordó que Misiones arrancó con este proceso de reconocimiento de derechos, dignificación y acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia en 2004, con la inauguración de la primer comisaría de la mujer. Hoy ya tenemos 24 comisarías de la mujer en Misiones. Señaló además que “desde 2013, se implementa en la provincia el programa “Las víctimas contra las violencias”, coordinado a nivel nacional por Eva Giberti, a través de la Línea de Emergencia 137 que funciona las 24 horas y todos los días del año, con brigadas móviles que posibilitan el acompañamiento a las víctimas no solamente de violencia familiar y de género sino también víctimas de delitos de integridad sexual”,
Recordó además que, desde 2011, Misiones cuenta con una pensión graciable (única en el país) para menores víctimas de delitos de integridad sexual.
Esto fue una decisión muy importante porque muchas veces las madres no hacían las denuncias porque el abusador era el sostén del hogar, vale recordar que en el 80% de los casos el abuso se da en el seno familiar”, señaló.
“Tenemos que saber dónde pedir ayuda”
La legisladora aseguró que “es importante, como sociedad, empezar a conocer con qué herramientas y dispositivos contamos. Saber qué responder cuando una víctima pide ayuda. Contamos con la Línea 137 y la Línea 102 que depende de la Dirección de Violencia y Género donde se hacen las terapias. En la Línea 137 se trabaja la emergencia y se articula con otros organismos (Línea 102 y las áreas de salud, el Centro Provincial de la Mujer en la Zona Norte) para continuar la otra pata que es fundamental, que es la psicoterapia”.
Aclaró que un llamado a la Línea 137 no equivale a hacer una denuncia. “La llamada puede ser anónima, pero debe ser precisa en cuanto al lugar donde se registra la situación de violencia para que pueda dispararse el operativo de contención en una situación de emergencia. Creo que las mujeres cada vez se están animando más a denunciar, se están rompiendo con los paradigmas de la educación patriarcal, por supuesto que falta mucho pero ya hay un camino que ya se empezó a andar y en esto tienen mucho que ver las mujeres más jóvenes. Creo que los varones tienen que acompañar y como sociedad no debemos juzgar porque cada víctima tiene su tiempo”.
Señaló que la Línea 137 hace el acompañamiento a la víctima hasta que cuente con medidas cautelares (exclusión de hogar, botón antipánico), se articula con otras instituciones para continuar con la psicoterapia.
Indicó que la Línea 911 “es muy importante de emergencia porque no en todas las localidades hay comisarías de la mujer y en cualquier comisaría se puede hacer una denuncia contra la violencia de género. No olvidemos que el primer paso para salir del círculo de la violencia es la denuncia, es central el acompañamiento de la familia y el entorno más cercano de la víctima para poder continuar con el proceso. Obviamente, en los casos de abuso, este acompañamiento es fundamental”, destacó. A su entender, como sociedad, en los últimos años “avanzamos muchísimo en la desnaturalización de la violencia de género”.