Un cierre de año con mucha incertidumbre en cuanto al ciclo lectivo 2019, tuvo esta semana la comunidad educativa de la Escuela de Comercio 19, de esta ciudad, ya que las obras de construcción y refacción quedaron inconclusas.
“Falta la etapa más importante y el compromiso era finalizarla”, expresó con angustia la directora de la institución Tomasa Gonzalez.
Ante esta situación, no lo queda otra que pensar que la obra quedará abandonada, por lo menos hasta el regreso a los salones en marzo próximo.
Con más de mil cuatrocientos alumnos, la escuela continuará funcionando con los mismos baños en sus tres turnos, y un importante sector sin concluir, pese a que era el más urgente.
La obra de mejoramiento suponía además el cambio de antiguas conexiones eléctricas, alguna refacciones de oficina techo. No obstante, de todo lo prometido se llegó en un 40%.
“No tenemos que olvidar que la cooperadora cedió a la Provincia siete terrenos, que era de propiedad de la cooperadora, con el compromiso de la construcción de la escuela, pero termina el año y no llegamos a lo esperado”, reclamó la mujer.
Por ese motivo, Gonzalez elevó una nota a la Dirección de Arquitectura, pero que todavía no tuvo respuesta.
“Me tomo el atrevimiento de realizar este pedido dado el tiempo que ha transcurrido desde la presentación de la continuidad de dicha obra, prometida en principio para el receso de verano de 2018”, señala el pedido.
“De más está decir que toda la comunidad está pendiente y a la espera de la conclusión de las mismas, así como la cooperadora que gentilmente ha donado los siete terrenos donde se emplaza la estructura”, remarca el escrito dirigido al arquitecto Gunnar Krieger.
“Vemos con mucho pesar que la Provincia subsidia a entidades privadas, pero la escuela pública se está cayendo”, denunció.
En una recorrida general de PRIMERA EDICIÓN por el lugar se pudo constatar que hay filtraciones en techo en sus alas Este y Norte, los sanitarios se deben hacer a nuevos, porque los que se están usando datan desde la fundación de la escuela, hace más de 70 años, y no alcanza a cubrir la necesidad de los alumnos, cuya matricula ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Pese a que la parte eléctrica central llegó a concluirse, las aberturas también muestran estado deplorable. El patio central, que estaba previsto ser techado ni se comenzó, algo de suma necesidad para los actos del colegio.
“Los terrenos fueron cedidos con el compromiso de que se realice una escuela nueva o bien una refacción integral, pero no llegamos ni a la mitad”, reclamó Gonzalez.