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Expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) manifestaron su preocupación por la degradación del suelo en la provincia y detallaron los trabajos que llevarán adelante en el marco del flamante Instituto Misionero del Suelo (IMS) que ayer se puso en marcha.
El IMS “permitirá coordinar todas las tareas de las distintas instituciones para la conservación y recuperación de los suelos de Misiones”, especificó el ingeniero agrónomo del INTA, Néstor Munaretto, quien agregó que “el trabajo estará enfocado sobre todo lo que es suelo productivo”.
“En la tarea de campo se nota la degradación. Esto se ve también en los números, en los rendimientos y en la conservación del agua porque abarca todo un sistema. El Estado se ha hecho eco de esta situación y ha avanzado en la creación de este Instituto por la necesidad planteada de recuperar, conservar y además para seguir produciendo”, expresó Munaretto.
En este sentido, sentenció que “la frontera agrícola es limitada”. “Cada vez necesitamos más recursos y más alimentos, pero si tenemos un suelo degradado seguramente no vamos a poder cubrir estas necesidades”, precisó.
“El suelo es vida, nos da alimento, nos da el agua”, enfatizó el especialista. “Entonces -agregó-, es todo un sistema que tenemos que cuidar y sobre el cual tenemos que trabajar en común”.
Preocupación
De su lado el ingeniero agrónomo y experto en el tema, Domingo Sosa, consideró que “el estado de los suelos en la provincia es preocupante”. “Nuestras condiciones agroecológicas son de alta potencialidad a propiciar la degradación del suelo, pero también son de alta potencialidad a las buenas producciones. Si aplicamos buenas prácticas, no se nos van a degradar”, advirtió.
Al mismo tiempo destacó que “uno de los principales problemas es el de la degradación hídrica”, procedimiento por el cual “la gota golpea directamente al suelo desnudo, lo desagrega, lo explota, y eso lo predispone a que en la pendiente el agua corra superficialmente”.
“Esto ocurre porque las propiedades del suelo no están en condiciones favorables para que el agua penetre y filtre, como no hay ninguna barrera que contenga esa velocidad entonces por ahí van las prácticas de protección del suelo”, explicó.
Asimismo, anticipó que se trabajará con los productores a través de asociaciones, cooperativas y entes de distintos sectores “para que entre todos establezcamos acciones que permitan llevar adelante una planificación”.
“Todos los cultivos necesitan asistencia, aunque los de mayor intensidad son los anuales que en el año pueden hacer varias remociones de suelos. Hay un grupo muy grande de productores de cultivos anuales que están cerca del río Uruguay donde, por el tipo de suelo y por la pendiente, necesitan aplicar estas prácticas”, añadió.
En funciones
El Ministerio del Agro puso ayer en marcha el Instituto Misionero del Suelo que tiene el objetivo de implementar políticas para suelos y aguas tendientes a garantizar el desarrollo rural sostenible.
En el marco de la mencionada ley también se creó el Consejo Asesor de Conservación y Manejo de Suelos como órgano de consulta que se conforma por representantes de distintos organismos.