El calentamiento global producto de una creciente polución industrial y de vehículos de combustión de derivados del petróleo es una de esas causas que en el último siglo y medio, y en especial en los últimos 50 años, van transformado a la Tierra en un lugar cada vez de mayor riesgo para la vida. A ello se suma la contaminación producto de los desechos de todo tipo que se arrojan a ríos y mares; así como la excesiva tala de árboles que convierte en desierto o semidesierto a amplias zonas del globo.
Es cierto que hay acuerdos y conferencias internacionales para mitigar ese cambio nefasto, pero es difícil que las correcciones recomendadas por estos puedan aplicarse a tiempo, cuando no existe el compromiso de las grandes potencias y de las empresas multinacionales, principales depredadoras del planeta.
Más aun, si el presidente del hasta hoy país hegemónico dice que “el calentamiento global es invento chino” para permitir que sean precisamente los chinos quienes tomen la vanguardia en el comercio, la industria y la tecnología global. Se justifica en la guerra comercial con ese país para dar marcha atrás en muchas de las escasas medidas adoptadas por sus antecesores en ese combate contra el desastre ambiental.
El cambio climático es solo una de las caras más visibles de esa depreciación ecológica que genera el actual sistema de explotación económica mundial.
Juan José Da Cruz
Posadas (Misiones)