Fue Virgilio Percaz, quien dio vida a sus sueños con la creación del astillero que hoy manejan sus nietos.
Su dedicación y visión lo llevaron a manejar durante más de una década la Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones Livianas (CACEL) y también la Federación de la Industria Naval (FINA).
Su astillero no tardó en ser relacionado con productos de calidad y elegancia, virtudes que se mantienen hasta el día de hoy. En casi seis décadas, de su planta industrial en Tigre salieron más de 25 modelos exitosos y cerca de 15.000 embarcaciones.
En ese lugar -tiene una superficie de 3.000 metros cuadrados- se construye con esmero cada una de las lanchas aplicando tecnología de punta que se combina con técnicas tradicionales de artesanía naval.
“En Bermuda estamos convencidos que el capital más importante de nuestra empresa es su gente que, con esfuerzo y dedicación, persigue día a día un único objetivo: el placer y el disfrute de nuestros clientes”, sostienen en la firma.
Las embarcaciones Bermuda son construidas en fibra de vidrio y están inyectadas con espuma de poliuretano de alta densidad, que permite un andar más confortable y una navegación más segura gracias a su mayor flotabilidad. Y hoy día es la única empresa náutica que cuenta con cabinas de laminación con la última tecnología de laminado por infusión, que optimiza las propiedades técnicas del casco, mejorando su resistencia y flexibilidad.
De ese astillero salieron modelos que hoy día todavía son buscadas por pescadores y amantes del río, como las Lacruz, Caribbean, Marama o la deportiva Yarará.