La crítica provisión de agua potable para Puerto Iguazú puso al descubierto la falta de reacción de distintos organismos en una ciudad que es nada menos que el principal punto del turismo de Misiones.
Las sucesivas administraciones municipales y del ente encargado del suministro del líquido vital demostraron no tener un “plan B” en plena temporada estival, con las altas temperaturas existentes ante una contingencia.
La Municipalidad iguazuense se queja del IMAS, el Instituto de Agua y Saneamiento cuestiona a los grandes hoteles con piletas que, según funcionarios que salieron a justificarse ante las manifestaciones, consumen el agua que debería llegar a los barrios. Pero los vecinos, que vienen desde antes de la Navidad sin la provisión de agua, cuestionan a todos por igual. Porque, en definitiva, cualquier funcionario que se precie de servidor público debió atender con mayor anticipación un problema que aún parece estar alejado de una pronta y firme solución.
Evidentemente hubo representantes en todos los estamentos que no supieron prever los efectos de cualquier inconveniente (llámese la rotura de una bomba, la alta demanda por las piletas que tienen los hospedajes para servicio del turismo que mueve cientos de millones al año, o cualquier otro) sobre la población.
A la falta de previsión, se sumó el paso de al menos quince días para empezar a llevar, con camiones cisterna, algo de agua a los pobladores permanentes. Párrafo aparte, merece el tema de los “colgados” de los caños de agua que utilizan un servicio por el cual no pagan como otros usuarios que sí lo hacen mensualmente y a los que se acusa de afectar la provisión. Probablemente muchos complejos hoteleros y gastronómicos hayan tenido que pagar un sistema extra de provisión de agua para no tener que afrontar las críticas de los turistas que visitan la Maravilla Natural de la tierra colorada. Pero hay gente, en los diferentes barrios de Iguazú, cuya capacidad económica no les posibilita tomar el mismo camino y sólo juntaron paciencia para esperar que el Estado accione.
Esta situación debe servir para no repetir la mala experiencia, trabajar en conjunto entre todos los involucrados para que Iguazú vuelva a tener agua potable para todos sus habitantes.