Según indicó la la gerente asistencial del Hospital Pediátrico, la médica Liliana Fernández Sosa, las enfermedades prevalentes de la población mbya guaraní son las respiratorias, gastroenterología y parasitosis.
“La cultura guaraní se vio reducida a sus lugares y con ello vieron reducida su forma de vida y subsistencia basada en la caza y la pesca. Este choque de culturas, hace que ellos a veces se queden un poco más pasivos y ya no salgan a buscar satisfacer sus necesidades básicas. Esto genera una población que tiene algunas carencias de hierro y fósforo que hacen que estén más anémicos, más desnutridos… independientemente que son de contexturas más pequeñas. También encontramos casos de tuberculosis y otras enfermedades porque cuesta mucho la adherencia al tratamiento”, indicó.
La médica advirtió además las diferencias entre los sistema de salud de Misiones, Paraguay y Brasil donde también acuden las poblaciones guaraníes. “Ellos circulan entre estos tres países, tienen familias de un lado y de otro, y nosotros podemos decir lo que le proveemos en el sistema de salud de Misiones, pero la situación es muy diferente en los países vecinos”, señaló.
Al respecto, Saldías agregó que “muchos casos extremos, con patologías graves, desnutrición severa entre ellas, son de niños o abuelos que vinieron de esos países porque saben de la atención médica a la que pueden acceder acá. Uno de los hospitales receptor de estos casos es el Samic de Puerto Iguazú”, precisó.
Espacio propio
Las agentes indígenas del Parque de la Salud tienen una oficina propia en el hospital de Pediatría, el nosocomio donde se atienden más pacientes guaraníes.
Según indicó Fernández Sosa, “para nosotros tiene mucha importancia que el equipo de Salud Indígena cuente con ese espacio para poder tener la entrevista con sus pacientes y que el médico sepa dónde ubicarlas o llevarles una consulta ante el ingreso de un nuevo paciente del pueblo guaraní. Independientemente del idioma y la cuestión cultural, que a veces dificulta la comunicación, la conexión con la dirección también es mucho más fluida a través de ellas”, aseguró.
Según precisó, el hospital tiene un sistema de referencia y contrarreferencia ligado al alta del paciente: “Cuando el paciente se va de alta tiene que haber un seguimiento porque son niños con diferentes patologías. Ellas tienen que hacer la contrarreferencia hacia la dirección para que contrarrefieran a la zona donde va a vivir el chico con esa patología determinada, que lo tienen que seguir y traer para una determinada fecha para hacer estudios. Esto forma parte también del trabajo de las agentes indígenas”, detalló la médica.
Una herramienta imprescindible
El WhatsApp ayudó notablemente a la comunicación entre los promotores de salud indígena y el resto de los engranajes del sistema de salud.
“Antes, cada vez que íbamos a ir a una comunidad, sobre todo las más lejanas, teníamos que avisar a través de un telegrama que mandábamos a la policía. En cambio, hoy contamos con promotores referentes para cada zona y están comunicados a través de un grupo de whatsapp de salud indígena en que el que estamos todos, incluidas las autoridades de Salud Pública, y todo el equipo de salud. A través de este grupo, los agentes de salud indígena también pueden hacer el seguimiento de los pacientes una vez que son dados de esta y regresan a sus comunidades, les agendan los turnos próximos y se hace el enlace con la red de traslado y emergencia para que los traigan hasta el hospital”, detalló el responsable de Salud Indígena de Salud Pública, Adrián Saldías.