En Misiones, después de muchos años, oficialismo y oposición legislativos se pusieron de acuerdo en fundar el municipio número 76 para la provincia, que fue Pozo Azul. Hasta entonces, octubre de 2017, ese paraje dependía de San Pedro cuya cabecera urbana les quedaba a unos 50 kilómetros por cualquier trámite que debían hacer. Con un año de funcionamiento propio, Pozo Azul va camino a elegir a su primer intendente municipal y concejales cuando la provincia fije la fecha de elecciones.
En cuanto a los antecedentes de pedidos similares pero que no tuvieron la misma respuesta que Pozo Azul, están los casos de Villa Cabello (Posadas) con varias propuestas legislativas que no prosperaron; Salto Encantado (Aristóbulo del Valle) del que existe un proyecto de ley ingresado el año pasado a la Legislatura misionera; y Fracrán (San Vicente) que desde hace una década promueve petitorios en el mismo sentido.
Se sumó en estas horas el caso de Terciado Paraíso, a 11 kilómetros de San Pedro y con 16 mil habitantes “… porque tenemos más habitantes que muchos otros pueblos que son municipio, y porque estamos en el departamento más grande de la provincia que no da abasto para atender tanto territorio”, según lo fundamentó Juan Pereira, presidente del foro de seguridad de ese lugar.
Evidentemente, no se trata solamente de una cuestión de distancias geográficas sino de un reclamo por conseguir la descentralización de la función municipal para la atención de la población local y de responder los pedidos en obras y servicios que tienen sin solucionar. Si esta arista de la “cruzada municipalista” se impone, Misiones podría tener que crear mucho más que la comuna 77 o 78. Porque existen extensiones rurales importantes alejadas de las zonas urbanas donde algunos intendentes los han olvidado. Pero crear un municipio implica estructura funcional, maquinarias, entre otros ítems que hay que financiar. Y habrá municipios que se quedarán sin los contribuyentes que pasarán a otra comuna. Y la misma coparticipación de 76 deberá repartirse entre más municipalidades, con lo cual afectará indirectamente a todos.
Mientras se termina de definir qué hacer, lo mejor que podría pasar es que los intendentes “recuerden” a los parajes “independentistas” y den las respuestas de tantos años postergadas.