A sus más de cuarenta metros de altura suma una preciosa vista al valle y una escalera desciende por la ladera para llegar a sus pies, lo que permite disfrutar de la caída y el gran paredón de piedra en su totalidad.
Es un lugar donde se experimenta un contacto único con la naturaleza, pero para explorarlo se necesita algo de agilidad. El ambiente está formado por grandes rocas que dan paso al agua y de espesa vegetación.
Tacuapí, pindó, azota caballo, higueras, incienso, laurel, caña fístola, lianas, pitanga, paraíso, yuquerí y ortiga son algunas de las especies de árboles que se podrán encontrar, en los que se esconden cientos de aves que con un poco de paciencia se dejarán ver e, incluso, fotografiar.
Otro rincón que no se puede dejar de visitar en Panambí es el Peñón de Mbororé, cerro que regala una hermosa vista del río, declarado Reserva Provincial, al que se accede desde la ruta provincial 5 por un camino de tierra de ocho kilómetros o por la ruta provincial 2.
Este peñón tiene significación histórica porque aquí, en el año 1641, los guaraníes junto a algunos padres jesuitas se organizaron para defenderse y ganar la batalla a los bandeirantes.