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Está terminado. El complejo hidroeléctrico Baixo Iguazú en el estado brasileño de Paraná, iniciado en 2013, fue concluido oficialmente a fines de diciembre. Durante enero comenzaron las maniobras de operación experimental con el fin de iniciar la generación de energía desde marzo próximo.
La represa está ubicada muy cerca del Parque Nacional Iguazú entre los municipios de Capitán Leónidas Márques y Capanema.
Cuenta con tres turbinas que le darán, en pleno funcionamiento, una capacidad para generar 350 megavatios, suficiente para atender al consumo de una población cercana al millón de personas.
Es la sexta represa ubicada sobre el río Iguazú y se aseguró al momento de iniciarse su construcción que será la última. Aunque el presidente de Copel, Jonel Yurk afirmó que existen otros ríos en Paraná con potencial para la construcción de hidroeléctricas.
“El Ministerio de Minas y Energía y Aneel identificaron en los ríos Piquiri y Tibagi potencial para emprendimientos de mediano porte”, con lo cual Brasil pretende avanzar con más represas cercanas a Misiones, sin importar los recientes antecedentes de catástrofes humanas y ambientales que ocasionaron las rupturas de cuatro presas entre 2015 y días pasados en Minas Gerais.
La empresaria María Aparecida Borghetti, conocida como Cida Borghetti, fue la encargada de encabezar el acto de llenado del embalse a fines de diciembre cuando ejerció interinamente la gobernación de Paraná. Allí explicó que todo está en condiciones para comenzar a trabajar en la generación de energía, lo que podría “regular” el caudal del río en adelante.
La construcción demandó unos 2,4 mil millones de reales y fue encargada a la empresa “Norberto Odebrecht” (que lleva el nombre del fundador del Grupo Odebrecht, ya fallecido) y será operada por un consorcio entre Copel y Neoenergia.