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Esta semana será decisiva para la continuidad de la fábrica Henter de Montecarlo, la cual debe retomar las jornadas laborales este miércoles, sin embargo los trabajadores sospechan que no empezarían por reducción horaria.
Trabajadores de la fábrica Henter mantuvieron esta mañana una asamblea y realizaron una olla popular frente a la empresa por la defensa del empleo ante la posible suspensión de actividades.
“No hay perspectiva de trabajo, dicen que no tienen plata para comprar rollos, pegamiento y materiales necesarios, vemos que de a poco están vaciando la empresa, para nosotros no hay laburo pero la parte administrativa sigue trabajando con los grandes jefes”, expresó un trabajador que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias.
Detalló, además, que hasta la fecha “se adeudan sueldos y aguinaldos”. “Hay mucha gente a la que le deben el aguinaldo de junio, además de este último. Nos suspendieron de manera ilegal unos 20 días entre diciembre y enero, tenemos pocos días trabajados, la gente ni aguanta más, ellos están especulando con la quiebra”, aseveró.
Los obreros solicitaron, a su vez, mediante una nota dirigida al intendente de Montecarlo, Jorge Lovato, una reunión con las autoridades municipales para exponer la “difícil situación” que están atravesando. “En estas circunstancias apelamos al diálogo como la principal herramienta para buscar consensos”, sentenciaron en el escrito.
Por su parte, el secretario general del sindicato, Domingo Paiva, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que “este miércoles debería reabrir la empresa, pero entre los obreros circuló la versión que no hay materia prima para empezar a producir”. Agregó, además, que “si bien hay pedidos, los proveedores del terciado no trabajaron este mes y los empresarios no consiguieron financiación en otras firmas”.
En este contexto, Paiva advirtió que “el panorama sigue siendo incierto”. “No vemos que haya posibilidad de un repunte de la actividad del terciado, todas las empresas que se dedican a esto están con problemas y redujeron horarios a los trabajadores”, detalló.
Y sostuvo que “el mayor temor es que los empresarios comiencen a despedir personal, porque el ajuste es una cadena, primero gastan menos, después pagan como pueden, reducciones horarias y despidos, como ya ocurrió en otras fábricas madereras”, consideró Paiva.
Con respecto a la situación en otras industrias del Norte de Misiones, el sindicalista recordó que los obreros de la maderera Mazter “continúan trabajando tres veces a la semana”.
“No son muchos los trabajadores, pero esta situación repercute en la economía familiar y local. Lo más preocupante es que algunos empresarios, dueños de madereras importantes de la región, ya manifestaron la intención de reducir las horas de su personal porque no hay demanda en el mercado interno, y a nivel internacional es muy difícil de competir”, sentenció.
Ante este panorama, Paiva estimó que “las empresas que están en crisis cada vez están peor”. “Aquellas que medianamente funcionaron bien el año pasado empezarán con la certeza de un mercado desfavorable”, adujo.
Un año lleno de dudas
El 2018 terminó complicado para los trabajadores del sector maderero y todo indica que este año seguirá similar, con una situación que podría agravarse si se cumplen las proyecciones.
“No veo que pueda ser diferente, es más creo que puede ser peor al anterior, al menos en el primer semestre”, admitió el titular del SOIME.
La industria del terciado viene siendo golpeado desde hace varios años, cuando el Gobierno nacional decidió abrir las importaciones. Esto afectó de sobre manera a esta industria, pues con costos laborales muy elevados resulta muy difícil competir, tanto en el mercado interno como en el exterior.
Según datos del Observatorio de la Madera y el Mueble que lleva adelante la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) “el 78,3% de las empresas del sector maderero señala que cayó su producción en 2018”.
Mientras que el 85% manifiesta que sus ventas cayeron y el 42% asegura que espera que la situación empeore en 2019.