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En medio del revuelo generado luego de la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 91/2019 que transfirió el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) de la órbita de la Secretaría de Salud a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos “Dr. Carlos G. Malbrán” (ANLIS), el director del INMeT, Daniel Salomón, aseguró en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que ésta era una posibilidad que se barajaba desde los inicios del instituto, que estiman podrán seguir trabajando de la misma manera que lo hacían hasta el momento como también disponer del presupuesto asignado para este año.
“Cuando se crea el Instituto en 2011 esta era una de las alternativas que se discutió, si íbamos a estar desconcentrados en el Ministerio de Salud o desconcentrados perteneciendo al ANLIS – Malbrán”, señaló el investigador a PRIMERA EDICIÓN
En aquel entonces se decidió por la primera opción para una primera etapa y “se definió que en algún momento pertinente, sobre todo cuando esté más avanzado el tema del edificio, una de las alternativas era que nos integráramos como uno de los institutos del Malbrán”, aseguró.
Respecto a esto, remarcó que “en ningún momento fuimos descentralizados, tenemos en principio el mismo grado de autonomía que teníamos antes del Decreto porque pertenecemos a un ente descentralizado del exMinisterio de Salud”, dijo en referencia al ANLIS- Malbrán.
Sin embargo, el decreto generó más voces en contra que a favor y derivó hasta en un pedido de informes al Ejecutivo nacional.
Se argumenta que el INMeT perderá autonomía al pasar a depender de una administración con otros once institutos. “En lo conceptual es correcto que exista una sola política de institutos de Nación, como existe en muchos países, una administración de laboratorios central con doce directores”, indicó Salomón.
“Siempre tuvimos una relación muy fluida, de trabajo mutuo”, aseguró y afirmó que “de repente no hay en ningún momento pérdida de autonomía, es sencillamente un reposicionamiento dentro del exMinisterio de Salud. Para nosotros, integrar parte del ANLIS – Malbrán conceptualmente es correcto”.
Sobre el presupuesto
Salomón indicó que, a raíz de lo publicado en el Decreto, desde el INMeT estiman que contarán con el presupuesto asignado para 2019 (poco más de 34 millones de pesos) debido a que “los subprogramas de presupuesto tienen nombres institucionales y el Decreto lo dice expresamente como que todos los funcionarios pasan con los regímenes que corresponden”. De todas maneras, expresó que “en lo operativo veremos cómo funciona pero no veo motivos específicos de alarma por esto”.
Indicó que, por estas horas, están discutiendo una elevación del presupuesto y afirmó que, ser parte del ANLIS-Malbrán, les permitiría “tener mayor previsión de ejecución presupuestaria que es algo que se nos dificultó en determinados momentos”.
Sobre la autonomía para definir sus investigaciones, Salomón indicó que el INMeT, al ser un instituto ministerial, tiene una misión que es la de generar evidencias que permitan determinar políticas de salud pública por lo que “un investigador no puede definir qué investigar con fondos del Estado. Se pueden discutir prioridades, que antes lo hacíamos dentro del Ministerio y ahora lo haremos con los investigadores del ANLIS – Malbrán”.
Más allá de la tranquilidad que intenta trasmitir Salomón sobre la situación, cierto es que entre los investigadores sobrevuela el temor por la estabilidad de sus fuentes laborales o el financiamiento de sus investigaciones.
PRIMERA EDICIÓN pudo saber que muchos de ellos se mudaron a vivir a Iguazú para investigar y toda esta situación generó incertidumbre acerca de lo que pueda ocurrir en el Instituto.
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Infraestructura
Sobre las obras para la sede propia del Instituto, Salomón indicó que hay varias partes de la construcción y una de ellas, la que se puede funcionalizar “está terminada”. Es más, indicó que en los próximos meses se mudarán a las nuevas instalaciones.
En la actualidad trabajan en el INMeT aproximadamente 40 investigadores que estudian diversas líneas de investigación entre las que se encuentran algunas relacionadas a enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, zika, chikungunya, sobre venenos, fauna silvestre, virus y parásitos, entre otros.