
En las últimas horas trascendieron mayores detalles de la fuga del narco que estaba detenido en el Escuadrón 12 Bernardo de Irigoyen.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, Carlos Alberto De Almeida, de 23 años, aprovechó el pasado sábado el horario de visita para zafar de la guardia de turno. Ahora se supo que el escurridizo joven escapó por la parte trasera del predio de la citada fuerza federal, emplazada antes de la zona urbana de Bernardo de Irigoyen, sobre la ruta nacional 14.
Se cree que primero cruzó corriendo un monte que termina en una pista de aterrizaje abandonada. Luego paso cerca de un observatorio meteorológico para volver a adentrarse en un tupido bosque, que desemboca en la frontera con Brasil, más precisamente una conocida cantera que coincide con el arroyo Pepirí Guazú.
El reo corrió aproximadamente entre 2.000 y 3.000 metros para llegar a la línea fronteriza. De acuerdo a las mismas fuentes, la evasión se registró en horario vespertino.
Cuando se montó el operativo de búsqueda, en el que colaboró personal de la Policía de Misiones -de la Unidad Regional XII, con asiento en Bernardo de Irigoyen-, había caído la noche y la visibilidad era escasa. No se descarta que para ese entonces el narco ya estuviera en suelo brasilero, más precisamente en la ciudad de Dionísio Cerqueira, donde presuntamente tiene sus “contactos” vinculados a los negocios fronterizos que le habrían dado refugio.
En ese sentido, las fuentes indicaron que desde la Policía local se enviaron datos relacionados al fugitivo para que las fuerzas de seguridad brasilera colaboren con su búsqueda. Incluso se difundió la fotografía de su prontuario para facilitar su identificación y recaptura.
Las esposas puestas
Voceros del caso indicaron que, al momento de darse a la fuga, De Almeida vestía remera roja y pantalón corto oscuro.
El dato insólito es que calzaba zapatillas sin cordones y tenía las esposas puestas en una de sus manos, es decir, que aparentemente no le dio tiempo a su custodio de esposarlo completamente. Pese a ello, y como si se tratara de un “velocista”, logró cubrir en pocos segundos la distancia entre el patio del Escuadrón 12 y el monte más cercano, donde una vez que ingresó no lo volvieron a ver.
Trascendió además que el joven es conocedor de la zona, lo que le habría otorgado ventaja en la audaz fuga.
Lo visitó su presunta cómplice
El sospechoso se encuentra detenido desde finales de noviembre pasado, cuando fue acusado de trasladar un cargamento de 15 kilogramos de marihuana en la localidad de Cruce Caballero (jurisdicción de San Pedro) junto a una joven y a bordo de una camioneta, agregaron las fuentes. Ambos fueron apresados en averiguación del hecho.
Justamente el sábado pasado, la joven que fue a visitarlo cuando se fugó (también en calidad de detenida) fue esa supuesta cómplice, indicaron las fuentes.