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Ya son dos las personas que identificaron a Rodrigo Nieves (18) como el autor del asesinato del mecánico misionero Jorge Olivera (23), crimen ocurrido el pasado 3 de enero. Finalmente este viernes se realizó una segunda rueda de reconocimiento en la que otro testigo volvió a apuntar contra el principal acusado.
Cerca de las 11, en la Oficina Judicial de esta ciudad, el juez natural de la causa, Mariano Nicosia; el Ministerio Público Fiscal, representado por Inés Bartels; y el abogado defensor del imputado, el doctor Alejandro Fuentes, estuvieron presentes en la sala en la que compareció un nuevo testigo presencial. Este reconoció a Olivera como el autor de los disparos que acabaron con la vida de Olivera.
El pasado 9 de enero había sido imputado por el delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor”. En este sentido cabe recordar que ese día se realizó la primera rueda de reconocimiento, en la que uno de los hermanos de la víctima no dudó en reconocer a Rodrigo Nieves como el autor de los 3 disparos de arma de fuego que dieron en la humanidad de Olivera en su taller mecánico.
En esa oportunidad la parte acusadora pidió que se dictara una cautelar de prisión preventiva. El juez estimó conveniente hacerlo por el término de 60 días y el mismo plazo otorgó para culminar con la etapa preparatoria.
Con el correr de los días y la incorporación de la fiscal general, Camila Banfi, los investigadores ubicaron un segundo testigo dispuesto a reconocer al autor de los disparos y para ello fue que se solicitó una nueva rueda de personas, medida que debió postergarse en varias ocasiones por pedido del imputado y que finalmente se llevó a cabo con un resultado exitoso para la Fiscalía, una vez que fue reconocido Nieves como el autor de los disparos, según informó el diario El Patagónico.
El hecho ocurrió a las 20 aproximadamente del jueves 3 de enero, cuando el ahora acusado de homicidio se presentó en la vivienda del barrio San Martín donde residía el joven oriundo de San Vicente. Según pudo saberse le exigía que le arreglara su automóvil, a lo que Olivera se negó. Es que ya había tenido problemas con Nieves. Tiempo atrás este le había dejado un vehículo para que lo reparara frente al taller, pero cuando este estaba cerrado.
Al parecer la policía se llevó la unidad y Nieves le reclamó que se lo pagara. La víctima llegó a darle algo de dinero hasta que ya no pudo pagarle.
Con estos antecedentes Olivera ya no quería tener trato con el joven, por lo que esa noche se negó a atenderlo. En consecuencia, con un arma de fuego el agresor le efectuó 3 disparos, uno de los cuales dio en la cabeza al mecánico, causándole heridas irreversibles que lo condujeron a la muerte en un lapso de 48 horas.