La versión posadeña de “Relatos Salvajes”, lamentablemente real, sumó este sábado un nuevo capítulo. El hombre acusado de apuñalar a otro tras un pleito por un lugar donde estacionar el auto rompió el silencio ante la Justicia y aseguró no recordar absolutamente nada de lo sucedido el último miércoles por la mañana en plena avenida Roque Sáenz Peña.
Esa fue la declaración que brindó el sospechoso, de 55 años y oriundo de Puerto Rico, quien como PRIMERA EDICIÓN informó el viernes, se entregó voluntariamente ante la guardia de la comisaría Cuarta posadeña al día siguiente del hecho.
Este sábado por la mañana, ante el magistrado Marcelo Cardozo, titular del Juzgado de Instrucción 1 y al frente de la investigación, ese acusado se despegó por completo del sangriento episodio, aunque no habría negado haber estado en el escenario al momento del ataque. Especialistas en la materia apuntan a que intentaría así argumentar un cuadro de “emoción violenta”.
El detenido afirmó no recordar absolutamente nada de lo sucedido el pasado jueves por la mañana sobre la mencionada avenida casi Bolívar, frente a una clínica privada y a metros del Mercado Modelo La Placita. Además, aseguró que el cuchillo secuestrado no es de su propiedad, a diferencia de lo que sostienen los investigadores. Por último, indicó que lo único que recuerda sobre lo sucedido es haber visto mucha sangre.
Tras la indagatoria, Cardozo le imputó formalmente “tentativa de homicidio”, un delito de extrema gravedad que contempla un pena incluso más grave que lo que hubiere significado una carátula por “lesiones graves”. La defensa ya presentó un pedido de excarcelación, que ayer era analizado por el juez interviniente.
Sobre la acusación al sospechoso, trascendió que se basó principalmente en los informes médicos realizados a la víctima, de 38 años, quien recibió un puntazo de arma blanca en una de las axilas que le causó daños en una arteria. De allí la enorme cantidad de sangre que perdió y por la que debió recibir una transfusión para sobrevivir.
El paciente, quien ya fue dado de alta en el Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, declaró ante las autoridades que apenas trató de apaciguar un pleito entre el detenido y su primo, al tiempo que aseguró que fue el sospechoso quien lo agredió salvajemente, tras proferir insultos y amenazas.
El episodio en cuestión sucedió alrededor de las 11.55 del jueves, en momentos en que un médico le solicitó al acusado que corriera algunos metros su Peugeot 308, estacionado frente a un centro de diálisis. Justamente, el imputado vive en Puerto Rico, es remisero y se dedica a traer pacientes desde esa localidad a Posadas.
De la investigación surge que, ante aquel pedido, el detenido reaccionó de mala manera y se inició una discusión. La víctima, primo del profesional de la salud, habría intentado separarlos, momento en el que se produjo el ataque que milagrosamente no resultó fatal y que provocó la conmoción de los presentes en el lugar.