En el Autódromo Rosamonte de esta ciudad se realiza la última etapa para obtener la licencia de conducir, con las evaluaciones teóricas y prácticas a cargo de la Escuela de Tránsito y Educación Vial capitalina. Desde hace unos meses se incrementó el número de personas que hacen el trámite por primera vez, donde notan un desconocimiento del mantenimiento del vehículo.
PRIMERA EDICIÓN dialogó al respecto con Darío Caballero, quien está a cargo de esta evaluación a los futuros conductores. “En vacaciones tuvimos muchos trámites, con un promedio de unos 80 por semana, de los cuales hubo entre un 70% y un 90% de aprobados en la parte teórica y ya están habilitados para rendir el examen práctico, pero deben hacerlo en un período dentro de los tres meses. El examen teórico es múltiple choice, consta de 45 preguntas generales más quince de la categoría que requiera el contribuyente, si es auto y además moto”, explicó.
Para la parte práctica, “con los autos, se hace una detección de fallas, con la revisión de documentación y la licencia de la persona que trajo el vehículo, porque al ser un trámite primario no puede venir manejando el vehículo obviamente. Si tiene todo en regla, la persona debe hacer un reconocimiento del vehículo, explicarnos cómo es el uso mecánico. En el caso de que la persona no tenga conocimiento, que en la mayoría de los casos pasa, se le pide al conductor que trajo a la persona que se lo explique, porque la idea es que (el aspirante) adquiera un conocimiento”, detalló.
En materia de puntos negativos, Darío Caballero indicó que “el primer criterio eliminatorio es el cinturón de seguridad, el acompañante también debe llevarlo y la responsabilidad de que lo lleve puesto es del conductor. Luego tenemos la parte de estacionamiento, que debe ser paralelo al cordón y entre dos objetos que representan otros vehículos. Hay personas que estacionan en tres maniobras, otros en cinco o más. Lo que nosotros siempre priorizamos es que saque el vehículo lo más rápido posible a la calzada”.
Nervios
A la hora de la prueba práctica de manejo, son muchos los que son víctimas de los nervios o dudas a la hora de conducir. “Por suerte contamos con personal capacitado y siempre evaluamos esas situaciones, vemos si realmente son nervios o no sabe conducir. En los casos de nerviosismo, los dejamos que descansen un poco antes de volver a la prueba. Hay casos en que, cuando no hay mucha gente, se les deja que practiquen un poco. Pero la mayoría sale bien porque también tenemos un 90% de aprobados”.
Darío Caballero aclaró que con las motocicletas, “el examen práctico tiene tres etapas: la primera es una prueba de equilibrio, en un sector con conos en un zigzag. Esta es la parte que a todos les cuesta porque son curvas cerradas con velocidades reducidas. Una vez hecho eso, pasa a la siguiente parte, donde debe demostrar la habilidad del conductor: señalizar las maniobras, respetar los peatones que tenemos representados, el uso del casco… Por último está la parte de velocidad y frenado, donde se le explica al contribuyente cómo sería una frenada programada en unos 100 metros, donde 70 es de velocidad y 30 metros es frenado”.
En cuanto a la forma en que aprenden a conducir los posadeños, contó que “muchos tienen la posibilidad de pagar una autoescuela, lo cual es lo más recomendable, porque más allá del lugar donde se practique, se comete una infracción al conducir sin licencia. En esos casos, una multa iría para el acompañante por ceder la conducción a una persona que no posee habilitación. Sin embargo, varios comentan que por ahí van a lugares alejados y otros consiguen algún pariente con algún campo para practicar”.