Todos los años el plantel educativo de la Escuela 835, ubicada en el barrio Manantial, comenzaba el ciclo lectivo con la terrible noticia de ser víctimas de la delincuencia. Ante este panorama, los propios padres de los alumnos optaron por quedarse durante el verano en el establecimiento para prevenir cualquier tipo de robo, en una iniciativa que resultó de lo más efectiva.
“Siempre éramos noticia por la cantidad de robos y saqueos que sucedían en la institución pero gracias a Dios este año voluntariamente la familia de unos chicos que concurren a la institución se ofreció a quedarse en la escuela durante todas las vacaciones. Ellos estuvieron como cuidadores y el establecimiento permaneció monitoreado, así que no tuvimos ningún tipo de hecho delictivo”, relató a PRIMERA EDICIÓN la directora Escuela 835 Dr. Néstor Carlos Kirchner, Laura Morínigo.
En cuanto a esta iniciativa, añadió que “esta familia nos sugirió esto y nos pareció muy favorable, ya que son vecinos del barrio y tienen a sus cuatro niños en la institución. De alguna manera u otra siempre nos organizamos con los padres, hablamos con ellos en todas las reuniones y ellos mismos van informando al resto de las actividades”.
Laura Morínigo además recordó que en años anteriores “han destrozado las puertas y se llevaron todo lo que podían, por ejemplo, las computadoras y hasta los inodoros. Por eso ahora tenemos enrejado las puertas y ventanas. Los destrozos fueron tremendos y en su mayoría fueron solo por romper. Hubo un trabajo en la escuela para reponer todos los elementos porque no son nada baratos, para ellos hicimos un montón de actividades. También cerramos la escuela con muros porque la zona del playón estaba totalmente abierto y podían ingresar. Esto fue gracias al trabajo en conjunto entre los maestros y los padres quienes colaboraron en equipo para estas mejoras”.
El impacto de la economía
La directora de la Escuela 835 detalló que “todas familias de la zona y los chicos que concurren al establecimiento son humildes, de la media para abajo. Esta institución también es de jornada extendida y tenemos el comedor que funciona para todo el segundo ciclo. Este año tenemos siete salones que quedan en jornada extendida, estas siete secciones tienen el almuerzo, además del desayuno”.
En este sentido, señaló que “el desayuno y merienda es para toda la institución, primero y segundo ciclo, pero el almuerzo es solo para la jornada extendida. Sin embargo a veces tenemos que hacer que alcance el alimento para el turno tarde porque vienen muchos niños que son pequeños y llegan con hambre”.
Respecto al presupuesto destinado al comedor, Laura Morínigo aseguró que “en el 2018 cerramos muy bien porque pagaron todo en tiempo y forma, así que pudimos ponernos al día con todo porque el Estado no quedó con deudas con la escuela ni nosotros con el proveedor. Para este año tenemos todo organizado, siempre buscamos las estrategias para que los recursos alcancen, sabemos que estamos en una época bastante difícil y tenemos que hacer economía”.
La jornada extendida
Laura Morínigo destacó el rol de la jornada extendida para el sistema educativo: “Fue beneficiosa para nuestra institución, porque optimizamos las estrategias para ayudar en las materias que tienen dificultades, como lengua y matemáticas. Los talleres que se dan en jornada extendida siempre están enfocados en la creatividad para que a los chicos les motive y les gusten las actividades pero que siempre ayuden en las áreas curriculares utilizando herramientas en prácticas como la jardinería y la huerta. Estamos armando un lombricultivo para la producción de abono porque cuesta que las plantas crezcan en este terreno. Entonces surgió esta idea, donde el abono sirve para la huerta, que es de donde los chicos sacan para las ensaladas y preparar la comida”.