Con 391 votos en contra y 242 a favor, el Parlamento rechazó este martes el acuerdo negociado por Theresa May para la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), prevista para concretarse el próximo 29 de febrero.
La decisión obligará a realizar una nueva votación el miércoles, en la cual los legisladores deberán decidir entonces si desean un Brexit “duro”, es decir, una salida de la UE sin que medie ningún tipo de negociación entre Londres y Bruselas.
La principal causa del rechazo a este nuevo acuerdo fue la situación en la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, la cual tras el Brexit se convertiría en el único borde terrestre entre Reino Unido y la UE. Allí se plantea un desafío difícil: cómo evitar que tras el Brexit se instaure allí una frontera dura con controles fronterizos y aduaneros.
La solución acordada por May con Bruselas consistía en establecer un período de transición por 21 meses (hasta finales del año 2020) durante el cual se negociaría un acuerdo de libre comercio entre Reino Unido y la UE que hiciera innecesaria la frontera. Esa propuesta ya había sido rechazada por los legisladores el pasado 15 de enero, cuando fue derrotada con una votación contundente de 432 en contra y 202 a favor.
Tras ese resultado, May renegoció algunos cambios “legalmente vinculantes” con Bruselas sobre la llamada salvaguarda irlandesa que este martes fueron considerados insuficientes para garantizar que Reino Unido no quedaría sujeto de forma indefinida a la UE por causa de esta frontera.
Fuente: Agencia de Noticias Télam y Medios Digitales