Sin dudas el mejor homenaje que hubiese esperado el recordado profesor León Seró, un referente del deporte misionero. Desde las 8, corredores de todo el país se dieron cita en la capital provincial y recorrieron los seis kilómetros que a diario Seró realizaba como entrenamiento. Doble objetivo: homenaje al profe, pero también solidaridad hacia los que menos tienen.
“Viene gente de todo el país. Ya tenemos inscriptos atletas de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén, por nombrar las presencias más lejanas”, había explicado a EL DEPORTIVO uno de los hijos de León, Guy Seró, quien forma parte de la organización.
El joven explicó que el recorrido no fue elegido al azar, sino que tiene una explicación muy especial.
Partieron de “la Escuela Provincial 645, ubicada en Urquiza y San Martín”, de ahí, el recorrido fue “por Urquiza hasta el Instituto Montoya, ida y vuelta”, especificó Guy, tras lo cual agregó que usan ese recorrido “porque es el que mi papá utilizaba todos los días para entrenar. En ese camino iba saludando a todos los vecinos, terminaba en el Montoya, saludaba allá y después se volvía”.
La inscripción para la competencia tuvo como costo la donación de un alimento no perecedero, además de 50 pesos. Todo lo recaudado irá a parar a distintos centros asistenciales y de beneficiencia.
“Los alimentos van a ser destinados a comedores de la chacra 181 y a familias en situación de emergencia. Además, en cuanto al efectivo, ya nos comprometimos con el hospital de Neonatología para comprar balanzas, que sabemos que necesitan, además de insumos para el geriátrico de Miguel Lanús”, argumentó Guy Seró.
Ante EL DEPORTIVO, una de las deportistas que recordó a León Seró en la previa a la maratón solidaria fue Nilda Vega, reconocida atleta, quien fue entrenada y trabajó junto al profesor.
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“Él me entrenó durante 5 años. Por eso me pidió una vez que lo acompañe para ayudar a las chicas del Ejército Argentino, donde el también trabajaba. Todos los días a la mañana lo esperaba en el portón del Liceo Storni. Terminaban de tocar el himno y salíamos todos a correr por Urquiza hasta el fondo”, recordó Nilda, quien fue protagonista de un homenaje muy particular: en 2010, tras la denominada Tragedia del Paraná que se cobró la vida de ocho nadadores, entre ellos Seró, homenajeó a su profesor corriendo casi diez kilómetros desde el exInstituto del Deporte (donde fue el velorio) hasta el cementerio privado en el que descansan los restos de Seró.
“Lo hice así porque así lo sentí. Quería acompañarlo corriendo porque es lo que hacíamos todos los días”, rememoró emocionada Vega, quien recordó al profesor como una persona “muy estricta, muy seria, pero con una gran sensibilidad hacia el deporte y los deportistas”.
“El objetivo es tenerlo siempre presente, para que no muera. Él está vivo en el recuerdo de todos los que alguna vez entrenamos o tuvimos relación con él. Nunca vamos a dejar de agradecerle por todo lo que nos dejó”, sintetizó Vega. Hoy, todos esos deportistas que lo recuerdan están presentes en Urquiza y San Martín.