Este jueves, Tullio se prestó a una entrevista exclusiva con PRIMERA EDICIÓN, horas antes de la conferencia sobre las redes sociales “Nuevos Desafíos de los Procesos Electorales”, que dio en el Salón de Dos Constituciones de la Legislatura provincial.
Sentenció que “se sabe que la decisión del voto es emocional y por eso hay que ser más objetivo con los hechos, ya después cada uno reacciona como puede”.
Respecto a cómo influyen en Argentina, ejemplificó: “Es falso que los extranjeros se llevan los planes sociales, ya que para tener un plan social hay que tener residencia argentina, para ello hay que tener DNI. De esta manera, se busca formar la opinión de las personas, que por mucha capacidad intelectual que tenga, si tiene información equivocada se está cometiendo lo que yo denominé: el fraude de la decisión”.
“La manipulación de la información, la intención de utilizar noticias falsas o interpretaciones erróneas de las noticias verdades siempre existió. Lo que lo transformó en algo serio, que debe ser abordado por las autoridades es su impacto en procesos donde se afecta a la soberanía, tanto a nivel nacional como provincial. Es un fenómeno global en el doble sentido, primero porque ocurre en todos lados y segundo porque es a nivel trasnacional, ya que miles de millones de personas nos comunicamos a través de redes sociales”, manifestó el abogado experto en Derecho Electoral.
Para Tullio “el problema de la manipulación informativa es cuando se quiere tergiversar los hechos, o se inventan. Lo más usual es cuando a una situación violenta en un lugar se traslada de manera informativa a otro sitio para generar un estado emocional. En Estados Unidos y Gran Bretaña hay estudios muy detallados sobre los factores que influyen en una elección. No hay ninguno que diga que Donald Trump ganó gracias a las ‘fake news’ pero sí hay estudios sobre que en lugares donde se esperaba un resultado y apareció otro hubo una retracción del voto hacía alguno, o gente que estaba dudando fue a votar. Eso coincide con una producción desproporcionada de noticias falsas y de campaña en redes sociales que buscaban influir en lo emocional”.
“Las formas en que se transmiten noticias a sabiendas que son falsas, electoral o no pero que puedan tener un impacto en la elección son las mismas. Facebook es una red social abierta, entonces hay otra forma de manipulación informativa más que el fake news y es el rumor. Tiene más de 100 años y su fortaleza era que me lo dijo tal, mientras que ahora es a través WhasApp. Hay una creencia a creer que somos depositarios de secretos más que la información abierta”.
El periodismo
Tullio afirmó ante este Diario que “hay una tensión valorativa entre la libertad de expresión y la manipulación informativa”. “Lo contrario de la libertad de expresión no es la censura, es la mentira porque el primero conlleva la responsabilidad de ser honesto. Hay una responsabilidad social de hacer docencia y creo que hay una oportunidad histórica de un reencuentro de una profesión con la sociedad porque lo contrario de la fake news es la profesionalidad periodística”, precisó el experto.
“En primer lugar chequear, segundo el periodismo no sólo debe informar con veracidad sino también advertir, por eso en algunos países están haciendo una política de etiquetado. Las empresas periodísticas también deberían tener un monitor para advertir las fake news que están circulando. Y en tercer lugar, desde las instituciones remarcar que ‘una población educada es más difícil de ser engañada’ por el Gobierno, por políticos, por el periodismo o por las noticias falsas”, finalizó Tullio.