Pocos son los que escapan a la dura realidad económica y muchos los que buscan alternativas para salir adelante sin fallar en el intento. El medio de transporte en que se moviliza una familia, o parte de ella, conforma un porcentaje importante del presupuesto mensual donde los sostenidos aumentos en el precio del combustible y de las tarifas obligaron a buscar alternativas para atenuarla. Es allí donde reapareció en escena la bicicleta, que generó buenas ventas y reparación de las usadas.
PRIMERA EDICIÓN visitó varios locales dedicados exclusivamente a la venta de bicicletas nuevas y también talleres en los que se realiza el service, en ellos se nota claramente un movimiento de personas que llegan a preguntar precios, a llevar sus “bicis” para arreglarlas, como hacía bastante tiempo no sucedía.
“No hay mal que por bien no venga”, dice el refrán y lo repite en este caso Ricardo Ayala, al frente de su taller de bicicletas ubicado sobre la avenida Lavalle al 2800 de la capital provincial. “Venimos notando que cada vez hay más clientes, desde hace dos años aproximadamente y quizás un poco más. No vendemos bicicletas nuevas, por ahí si alguien nos deja por encargo que vendamos su usada lo hacemos, pero nos dedicamos al mantenimiento y reparación”, explicó Ayala en un alto de su tarea en plena mañana.
Más atrás don Florentino Ayala, con 45 años de experiencia en el rubro, trabaja en el parchado de una cámara, poniéndole todo el cuidado pertinente para que quede perfecto. “Contribuye a la salud utilizar la bici pero para que sea placentero debe tenerla en condiciones, hacerle un service por lo menos una vez al año para repasar todas las partes que necesitan ajustarse, engrasar, reparar o cambiar. Y por su puesto, tenerla con los elementos de seguridad correspondientes”, apuntó Ayala.
“Antes estaba parado el negocio pero ahora con lo difícil que está todo la gente sacó la bici que estaba olvidada en el fondo de su casa, eso se nota claramente cuando llegan acá. Nosotros le hacemos el ‘recauchutaje’ necesario, pintura, recambio de cámaras, cubiertas y arreglo de piezas, todo artesanal, le armamos de cero si es necesario”, apuntó Ayala.
“Nosotros vemos que viene mucha gente joven que deja de andar en colectivo y decide subirse a la bici. Otros tienen vergüenza y nos dicen que traen a arreglar la bici porque tienen que usarla por problemas de rodilla, pero en realidad es la situación económica”, resaltó.
Más adelante dijo que “un service va entre los 350 y 400 pesos, pero siempre dependiendo si debe o no cambiarse algún elemento, lo que puede elevar el trabajo a los 1.500 o 2 mil pesos”.
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Desde los 8.900 pesos
En otro de los comercios tradicionales consultados, “El Flaco Alderete”, que lleva 43 años de vigencia, no dudaron en afirmar que “la gente está viniendo más a arreglar las bicis. Está complicado vender pero para eso tenemos distintas estrategias, sacamos ofertas de contado efectivo con descuentos importantes de hasta 20% durante el año y también vendemos con tarjetas de crédito”.
Una bicicleta de 18 cambios, la más económica ronda los 8.900 pesos, de ahí para arriba. “Es para todo tipo de andar, de trabajo, para desplazarse. Si quieren usar para deportes, o salir a pasear el fin de semana en otra clase de terrenos, de 15 mil pesos en adelante. Para los chicos, rodado 20, desde 6 mil pesos. Las de salto, piruetas, alrededor de 14 mil pesos”, detallaron Matías Amarilla y Ramiro Charón.
Al haber mayor cantidad de bicis circulando también se venden los accesorios, más que nada cascos, los que arrancan en 1.200 pesos los estándar y los empleados para competencias rondan los 2 mil pesos. Las balizas cuestan 400 pesos y las cubiertas, dependiendo del rodado y calidad, desde 600 pesos.
“Cada vez hay más gente que empieza a usar la bicicleta. Eso lo venimos notando en los últimos años y se siente cada vez que aumenta el combustible, es como un reflejo, al día siguiente aparece la gente con su bici a inflar las gomas, a realizarle algún tipo de arreglo. La gente que está comprando bicis tiene en su mayoría más de 30 años y son las rodado 29 las que más salen. Es la gente que va a trabajar. Y también están los deportistas que es otro grupo y que compran bicicletas de alta gama que están en el orden de los 60 mil pesos una rodado 29”, apuntó Charón.
Según los vendedores la gente hace una ecuación práctica “no gasta en una bici sino que invierte en ella y recupera en poco tiempo. Suena a mucho pagar 8.900 pesos por una bici pero es lo que muchos gastan en nafta en un solo mes. Además si andan en bici se ahorran en otras cosas, como estacionamiento, en tiempo, hacen gimnasia, cuidan su salud, porque es uno de los mejores deportes que existen”.