La mayoría del Superior Tribunal de Justicia, tercera instancia penal de Brasil, redujo hoy de doce años y un mes a ocho años y diez meses la pena por corrupción del detenido expresidente y líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva, que de este modo podría tener la posiblidad de cumplir la pena en arresto domiciliario a partir de setiembre.
La sesión, transmitida por el canal de YouTube del STJ, comenzó a pesar de que la defensa de Lula, en prisión desde el 7 de abril de 2018 en Curitiba (sur), solicitó la noche del lunes retrasar el juzgamiento, alegando que no fue notificado por el tribunal sobre el mismo.
El presidente del STJ, Joao Otavio Noronha, explicó que no se cometió ninguna irregularidad por tratarse de un proceso interno, en el cual la quinta corte revisará la decisión del juez Felix Fischer, relator del caso Lava Jato, de rechazar individualmente el recurso de Lula en noviembre pasado.
Además de Fischer, los magistrados Reynaldo Soares (presidente de la quinta corte), Jorge Mussi y Marcelo Navarro Ribeiro Dantas juzgaron la causa.
Lula alega que fue condenado sin pruebas y denuncia una persecución judicial para impedir que el Partido de los Trabajadores (PT) volviera al poder en las elecciones de octubre pasado, en las que venció el ultraderechista Jair Bolsonaro. Lula era favorito en las encuestas hasta su inhabilitación.
Sus abogados piden su absolución, y últimamente presentaron la alternativa de que las acusaciones de lavado de dinero sean consideradas como crimen electoral, lo cual podría reducir su pena.
Lula fue condenado en febrero pasado a otros 12 años y 11 meses de cárcel por un tribunal de primera instancia por la realización de reformas en otra propiedad, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.
Enfrenta además otras causas que esperan sentencia, pero su estadía en prisión se debe al caso del tríplex de Guarujá, dado que la ley brasileña permite que el primer recurso se pueda presentar en libertad.