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Una estudiante de 18 años denunció que dos sujetos a bordo de una camioneta la raptaron y, tras abusar sexualmente de ella, la abandonaron en la zona de El Zaimán, en Posadas, según fuentes del caso.
Los uniformados tomaron conocimiento del hecho después del mediodía de ayer, cuando la víctima se presentó en la Comisaría de la Mujer de Fátima. No obstante, la misma relató a la guardia de turno que fue secuestrada a las 10.40, en circunstancias en que regresaba de la casa de su abuela, ubicada en el barrio Gottschalk de Garupá.
La víctima refirió que se dirigía hacia su domicilio caminando por la colectora Leonardo Fabio, entre Uruguaí y El Alcázar, cuando observó que a mitad de cuadra se encontraba estacionada una camioneta Duster, color crema, con patente paraguaya pero cuyo dominio no recuerda.
Luego agregó que cuando estaba pasando frente a dicho vehículo, se abrió la puerta trasera del lado del acompañante y un desconocido la agarró del brazo y la llevó hacia adentro, sin darle tiempo a que pudiera reaccionar, ya que sucedió todo en un instante.
Una vez dentro -contó la joven- observó que se trataba de dos hombres: uno estaba en el asiento del chofer y cuando apenas la subieron ya arrancó y comenzó a conducir por la colectora mencionada, donde el otro sujeto, el que la agarró del brazo, la sentó en el asiento trasero del lado del conductor.
Intentaban darle una pastilla
La secuencia relatada por la joven tiene otro dato escabroso: los secuestradores intentaron drogarla. La víctima precisó que uno de los malvivientes la sostenía con una mano fuertemente de las muñecas, al tiempo que con la otra intentaba darle una pastilla.
Sin embargo, ella se resistió y el depravado no pudo lograr su objetivo, ya que la pastilla cayó en la alfombra. Fue entonces que abusó sexualmente de ella, según afirmó en su denuncia.
Transcurridos unos diez minutos aproximadamente, mientras la joven lloraba y gritaba para que la suelten, el conductor del vehículo dijo textualmente: “No se calla nunca, me tiene podrido”, por lo que detuvo el rodado y, tras abrir la puerta trasera del lado del conductor, la arrojó.
La víctima cayó sobre unos pastos, en una zona que reconoció como detrás de la Brigada de Canes de la Policía. Tras cruzar la avenida Llamosas, se dirigió a la parada de colectivos, donde había una señora de quien no conoce dato alguno y le pidió dinero para el pasaje.
Luego se dirigió en el colectivo línea 30 hasta la estación de transferencia de la UNaM, donde se acercó al personal policial femenino para denunciar lo sucedido.
Tras ser trasladada a la comisaría de Fátima, donde radicó la denuncia, fue examinada por el Cuerpo Médico Forense y se incautaron sus prendas de vestir para pericias.
Además, se realizaron identikits de los acusados, labor a cargo del personal de la Dirección de Cibercrimen. En ese sentido, se supo que uno de los depravados -de unos 40 años aproximadamente, con canas- vestía remera de color negra con jeans clásico.
Por tratarse de una zona muy transitada, los investigadores confiaban en poder obtener pistas en las filmaciones registradas por las cámaras de seguridad del sistema de emergencias 911.