Miles de fieles se reúnen este día en la Basílica de Luján en su honor y es la fiesta patronal del partido bonaerense de Luján, razón por la cual se realizan numerosos festejos además de recibirse gran cantidad de peregrinos.
Además se celebran actos y misas en su honor en todo el país mientras que la imagen original de la Virgen mide 38 centímetros de altura, está realizada en arcilla cocida, representa a la Inmaculada Concepción.
En 1630, un hacendado portugués que vivía en Santiago del Estero le pidió a un compatriota que le enviara desde Brasil una imagen de la Inmaculada Concepción de María.
El amigo remitió por barco dos imágenes para que pudiera elegir, pero al transitar desde el puerto de Buenos Aires, una de las carretas que las llevaba se detuvo inexplicablemente en Zelaya, partido de Pilar, provincia de Buenos Aires.
Al intentar mover la carreta los bueyes permanecían inmóviles y los vecinos de la zona quisieron conocer el contenido de los cajones y se encontraron con la imagen de la Virgen que quedó depositada a orillas del Río Lujan.
Los conductores pensaron que la carreta no avanzaba por la carga y sacaron el cajón de la Virgen y entonces los bueyes caminaron.
Como cada vez que bajaban la caja con la Inmaculada, la carreta avanzaba, se dieron cuenta los presentes que la Virgen se quería quedar en esa orilla.
La gente, no obstante, llevó la imagen de la Virgen hasta la estancia más cercana, de Rosendo de Trigueros donde quedó instalada en una ermita hasta que se le hiciera una capilla.
Los acontecimientos ocurrieron en la zona de Pilar, donde todavía hay un vado del río Luján conocido como Pasaje de la Virgen, ubicado a cinco leguas de la actual Basílica.
El Negro Manuel y La Virgen de Luján se encontraron por primera vez en Brasil… la historia acá ➡️ https://t.co/8COdtzLCDw #VirgenDeLujan pic.twitter.com/vA22D8ch85
— Salvador Fornieles (@SalvadorForniel) 8 de mayo de 2019
En ese sitio provisorio, durante los primeros años, la Virgen recibía regalos y ofrendas muy valiosos para la gente de campo, como ganado vacuno o lanar, de ahí que se la llama “La Virgen Gaucha”.
Una vecina, Ana de Matos, se comprometió a mantener su culto sin importar el costo monetario y ofreció sus tierras, situadas cinco leguas más lejos, sobre el río Luján.
Pese a la resistencia inicial de los fieles, se aceptó la propuesta y allí es donde se construyó la Basílica actual.
Uno de los protagonistas de la historia es el Negro Manuel, un esclavo que se convirtió en fiel custodio de la imagen y atendía a la gente que venía a venerarla: él mismo decía “soy de la Virgen nomás”.
Fuente: agencia de noticias NA.