El debate por la discriminación en la sociedad continúa sumando aristas y en el caso de Misiones comenzó a gestarse la discusión sobre la gordofobia. Este concepto busca problematizar cómo los cuerpos no hegemónicos son objeto de burla, no sólo para las personas gordas sino también para aquellos que no entran dentro del ideal de la imagen.
En el marco de la jornada denominada “Mujeres al Frente” que arranca hoy desde las 18.30 en el bar cultural Sinestesia, ubicado en avenida Mitre casi Corrientes, realizarán una charla debate sobre la aproximación al concepto de gordofobia a cargo de Mariana del Prado, quien supo posicionarse como referente de un movimiento que da sus primeros pasos en Misiones.
“Surgió la posibilidad de hacer este taller en Posadas luego de una primera experiencia en la Biblioteca Feminista de Eldorado, hace unos meses. Trata sobre el uso del término ‘gordofobia’ para comenzar a visibilizarlo ante un desconocimiento de su significado. Además, estas aproximaciones sirven para ver que todos alguna vez hemos sido discriminados, ofendidos o humillados por no seguir el estándar del cuerpo”, explicó a PRIMERA EDICIÓN.
La propuesta de esta charla consiste “en un debate que posibilite plasmar vivencias, junto con la proyección de un corto que habla de la temática de la discriminación a los gordos, la cual está presente también en constantes ataques en otros ámbitos, desde de la publicidad hasta cuando vamos a comprarnos ropa”, añadió.
En este sentido, Mariana del Prado argumentó que “los cuerpos no hegemónicos somos la mayoría de la sociedad pero lo que nos muestran y se encuentra estandarizado como ideal de belleza no es ni por cerca lo que vemos en el día a día. Con este espacio abrimos el debate sobre las cosas que nos duelen y pueden llegar a molestarnos. Porque a veces somos parte de situaciones que pueden llegar a herir al otro, por ejemplo, con el simple hecho de señalar a alguien que debería hacer dieta. Así que busco que podamos repensar nuestros diálogos cotidianos, porque tenemos naturalizadas muchas prácticas nocivas”.
Respecto a la primer experiencia en la provincia, recordó que “en Eldorado me plantearon desde el desconocimiento la posibilidad de hablar de la gordofobia. Durante ese encuentro quedé sorprendida, porque no sólo los gordos o los considerados con sobrepeso se han sentido discriminados por su cuerpo, sino que todo el mundo en algún momento lo vivió”.
El dilema de los cuerpos no hegemónicos en el país surgió de la mano del feminismo: “En los encuentros entre mujeres aparece un término que volvió cada vez más fuerte: gordofobia. A mí me pasó que tuve un click cuando me tocó ser una mujer gorda al frente de una banda de rock conformada por hombres y rodeados de un público masculino. Sentí vergüenza y pánico. Sin embargo, las lecturas feministas de fanzines me ayudaron a generar un poder interno y cambiar la visión de mí misma. A pesar de esto, siempre tengo bajones porque no es exactamente que amo mi cuerpo y me siento bella, sino que estoy conciliada con él desde que comencé a adentrarme en el tema y lo tomé como bandera”, recordó Mariana.
En cuanto a los principales cuestionamientos del movimiento, “el tema de la salud es la excusa número uno para señalar al otro. La realidad es que la obesidad sí es un trastorno y debe ser tratada. Sin embargo, tener un cuerpo gordo no necesariamente implica una condición insalubre. En esto hay mucho prejuicio detrás que replica conceptos que sólo buscan agarrarse de una parte, la que más les conviene, para decir que el gordo está enfermo”, reflexionó.