Giuliana Martino tiene 16 años pero, puede decirse, cumplió varios de sus sueños en la Gimnasia Aeróbica, disciplina que la llevó a recorrer el mundo y conocer a los mejores del planeta. Sin embargo, eso no la frena en busca de ir por más: la misionera, referente juvenil a nivel nacional, se prepara para un nuevo año de competencia y persigue un nuevo sueño, clasificarse a un mundial en la categoría adultos.
“Mi sueño es clasificar a un Mundial en individual adulto, porque en el que participé el año pasado era juvenil. Este año cumplo 17. Después, sería muy lindo ser campeona del mundo, pero no es fácil”, le confiesa la posadeña a EL DEPORTIVO, mientras se prepara el primer selectivo federativo, a desarrollarse el próximo fin de semana en el Finito Gehrmann de Posadas.
Giulana sueña a lo grande. Y tiene con qué. Es que tanto en 2017 como en 2018 se consagró campeona tanto en el Nacional de Clubes -el último fue en Mendoza- como en el Nacional Federativo, que cierra cada una de las temporadas, en Buenos Aires.
“El año pasado logré mantener el bicampeonato en individual femenino, en la categoría Juvenil B. Como en 2017 logré esos títulos, me clasifiqué para el Mundial que el año pasado se hizo en Guimaraes, Portugal. Fue una experiencia inolvidable”, recordó la deportista.
En tierras lusas, Giuliana tuvo la oportunidad de competir en el más alto nivel de la disciplina pero, además, cumplir varios de sus sueños: conocer a sus ídolos e, incluso, medirse con ellos en las distintas pruebas. Al final, la misionera cosechó una interesante 30º posición entre casi 60 competidoras en su categoría. Meritorio.
“En Portugal tuve la oportunidad de conocer a la rusa Daria, la actual campeona del mundo en Juvenil B, mi categoría. Pude verla en acción, fue increíble. Estaban todos mis ídolos y los pude ver en vivo. Ver a los campeones no tiene precio”, sintetizó Giuliana sobre esa experiencia que no olvidará jamás.
En la cita ecuménica, la juvenil también tuvo la posibilidad de codearse con los mejores de la rama masculina, el japonés Yagomizuki, el húngaro Daniel Vali y el mexicano Iván Veloz. “En ese orden, se quedaron con el podio. Y repitieron, a su vez, el mismo podio del Mundial de Corea del Sur 2016. Imaginate lo que significó para mí”, aportó Giuliana.
Más allá de la emoción, la posadeña ya dio vuelta la página y ahora piensa en lo que se viene. Primero será el Selectivo Federativo del próximo finde. Allí tendrá la posibilidad de clasificar al Nacional de Clubes, a disputarse entre el 7 y 9 de junio -otra vez en Posadas- y, entonces, la posibilidad de estar en el Sudamericano de Colombia y en el Panamericano de Clubes, en Buenos Aires. El año se cerrará en la Final del Nacional Federativo, donde se jugará la clasificación para el próximo mundial.
“Busco el primer puesto, que sería lo ideal, pero los cuatro mejores clasifican al Mundial”, aclara Giuliana que, más allá de todo, no baja los brazos y quiere ser la mejor. “Estoy entrenando martes y jueves en el Cepard, ya que el Ministerio de Deportes nos dio esa posibilidad, porque pertenecemos a la Federación Misionera. Y después, lunes, miércoles, viernes y sábados, en el gimnasio, casi cuatro horas por jornada, con mi profe, Roxana Gutiérrez”, argumentó la joven sobre la preparación que realiza en busca de sus nuevos sueños.
El trabajo diario consiste en el armado de una coreografía, la práctica constante de esta y también la preparación física para ejecutarla. “La gimnasia aeróbica tiene que ver con una coreografía de alrededor de un minuto y medio de duración, consiste en patrones de movimiento aeróbico, es bastante intenso y hay elementos de dificultad, que son ejercicios de fuerza, flexibilidad y potencia. Bien, todo eso es observado por un jurado que te da puntos por artística, ejecución y dificultad”, resumió Giuliana, con respecto a los elementos a la hora de evaluar en cada presentación.
Y si bien la Gimnasia aeróbica no es olímpica, Martino tuvo el enorme privilegio de participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. Así es. La misionera fue pionera en ese tipo de juegos con su disciplina. “El deporte aún no es olímpico, pero el año pasado estuvo como deporte exhibición en los Juegos de la Juventud y tuve la posibilidad de ejecutar algunas coreografías en un escenario al aire libre. La idea fue que la gente conozca un poco más de esta disciplina”, cierra Giuliana, quien no da el brazo a torcer y sigue con sus nuevos sueños. Algún día, quizás más cerca que lejos, se harán realidad.