Tras varias semanas de ansiedad, los chicos dieron rienda suelta a toda la energía contenida.
Las instalaciones del club de la Hormiguita fueron anfitrionas del encuentro, que sirvió para que los pequeños y adolecentes pudieran concretar el deseo de medir fuerzas con sus ocasionales rivales, pero sin olvidar que en las categorías menores del rugby, el resultado no importa demasiado, pues las categorías competitivas son de 15 años para arriba.
La presencia de San José de Asunción le dio un carácter especial a la jornada en la que los chicos jugaron, se divirtieron y aprendieron cuestiones del juego.
Los pequeños dieron muestras de la amistad que prima en este tipo encuentros a través del cual los organizadores buscan mentalizar el aspecto lúdico del juego sin tener en cuenta los resultados, una cuestión que a esta edad es algo totalmente anecdótico.