Las canaletas de lluvia fueron utilizadas por primera vez por los romanos en el año 24 a.C, quienes solían hacer ladrillos de arcilla para canalizar el agua y el lodo hasta los desagües. Desde entonces significan un sistema vital para proteger la propiedad de posibles daños por agua.
La clave de tener un sistema de canaletas de lluvia funcionando correctamente es una buena instalación. Así, se asegura que cada una de sus partes cumpla con su función sin ningún problema. De esta manera evitarás futuras reparaciones como juntas con fugas, colgantes sueltos o bajantes demasiado cortos.
Entre los principales beneficios se cuentan, por ejemplo, la protección de casa y jardín de inundaciones, ya que el agua de lluvia se redireccionará a un lugar específico; los cimientos de la construcción estarán protegidos contra la humedad; no habrá agua estancada; las paredes exteriores, la entrada y las pasarelas estarán libres de manchas y erosión.
El mantenimiento es fundamental. Deben limpiarse al menos dos veces al año. También habrá que verificar regularmente si hay residuos que podrían estar obstruyéndolas, abolladuras, agujeros, manchas de óxido y juntas desconectadas que puedan causar fugas.
A la hora de instalar un sistema de canaletas, se presentarán varias opciones, entre ellas las canaletas de PVC que son las más usadas por contar con algunas ventajas, bajo costo, flexibilidad, inexistencia de corrosión, fácil instalación.